Las fuertes lluvias de la semana pasada provocaron un derrumbe en un edificio en La Habana Vieja y sus residentes, un total de nueve familias, están durmiendo fuera del inmueble por temor a otro desplome del techo.
El pasado sábado dos de los apartamentos del edificio ubicado en Zulueta 505, entre Monte y Dragones, en La Habana Vieja se desplomaron, obligando a los vecinos a salir de sus hogares. En estos momentos, según refiere radio Televisión Martí, unas 22 personas entre ellas tres menores de edad se encuentran en las afueras de la edificación para cuidar sus vidas.
“Este problema no es de ahora, nosotros hemos ido a todas partes, a Vivienda, al Gobierno, a la Oficina del Historiador... Hace más de 30 años que el edificio se está cayendo a pedazos"” comentó Amaya Cuesta, una de las afectadas, al medio de prensa. El régimen cubano conoce la situación constructiva del lugar desde hace décadas y no ha existido una solución inmediata al problema.
Las autoridades les han propuesto moverlos a un albergue, pero esa realidad desencanta a los vecinos porque en esos sitios reina el hacinamiento y su permanencia allí haría que la dictadura demore en buscarles viviendas. Esta semana los vecinos esperan una respuesta estatal.
A finales de 2018 un texto de la revista cubana de periodismo narrativo El Estornudo ahondaba sobre las condiciones del inmueble, ubicado en Zulueta 505, un edificio que desde 1991 comenzó a derrumbarse paulatinamente. Desde 1989 el edificio está apuntalado y considerado como inhabitable.
En los últimos días otra familia cubana abandonó su hogar para permanecer en la calle con el fin de proteger sus vidas. Precisamente La Habana Vieja es el epicentro de estos casos por las pésimas condiciones de algunas construcciones en esa zona.
Luego de cinco horas de lluvia se vieron obligados a abandonar el sitio pues con anterioridad habían sobrevivido a tres derrumbes.
En un video publicado en la cuenta oficial del economista y empresario cubano Manuel Milanés, una mujer cubana informó que ella y su familia habían recogido sus pertenencias y decidieron abandonar su hogar.
“Les comunico que nuestra familia ya tiene decidido salir de la casa. Ya tenemos todo recogido y creemos que es la mejor opción puesto que fueron más de cinco horas de lluvia. Estuvimos con un miedo constante porque el cuarto que pensábamos era uno de los más seguros, un cuarto se reparó apenas el año pasado, esta comenzado a filtrar, toda la lluvia comenzó a entrar por la viga y consideramos que es un peligro inminente para nuestras vidas”.
El pasado mes salió a la luz que en la provincia de Villa Clara una madre vivía con sus hijas en un edificio que, por falta de mantenimiento, podría derrumbarse, en Villa Clara. ante la indolencia de las autoridades del régimen en su territorio ella dijo que iría a la capital a protestar públicamente por la ineficiencia gubernamental.
Otra cubana que vive en Santa Lucía, en la provincia de Sancti Spíritus comunicó a través de Facebook que el Gobierno cubano desoye la petición de ayuda de su anciana madre, quien vive en una casa dañada en extremo, y para empeorar las cosas, ella sufre de una trombositopenia severa.
La Habana, ciudad capital y el territorio con mayor densidad poblacional de Cuba, mantiene un déficit de 206 mil viviendas, según las últimas cifras oficiales, dadas a conocer en 2017. Estos últimos años la provincia ha registrado frecuentes derrumbes que engordan las cifras de personas que a la espera de un nuevo techo.
Esta situación se agravó el pasado año con el paso de un intenso tornado que azotó la ciudad y dejó siete muertos, casi 200 heridos, unas 7,800 casas dañadas y más de 10,000 desplazados.
También durante este año tres niñas habaneras perdieron la vida al desprenderse un balcón en la Habana Vieja. Otro derrumbe en marzo dejó un saldo de un muerto y varios heridos.
Foto: Mario Luis Reyes/ El Estornudo