Tras recibir, agradecida, el dinero que le enviaron ciudadanos cubanos desde el exilio, la semana pasada, Ismary Guzmán pudo por fin proveerse de alimentos y adquirir algunos electrodomésticos que perdió cuando su casa agarró fuego.
En su cuenta de Facebook, Enrique Díaz, dijo este lunes: ¡Rindió frutos la ayuda recibida por Ismary Guzmán!, y compartió varias fotografías de las provisiones que ya están en casa de ella.
Una de esas imágenes muestra el interior del refrigerador, repleto de alimentos, entre ellos salchichas y otros embutidos, mientras que otras constatan los electrodomésticos adquiridos: un televisor, una plancha, un ventilador, una cocina, una licuadora y camas, entre otros objetos.
Ismary vive con sus cuatro hijos menores en un barrio pobre, en el municipio Marianao, y tras la muerte de su esposo, subsiste como puede, con la ayuda de vecinos. La cosa empeoró cuando su casa se quemó y perdió muchas de las pocas cosas que tenía.
Ella había insistido en numerables ocasiones en que las autoridades le ofrecieran algún apoyo, por ser madre soltera, pero su petición no fue escuchada.
Incluso había intentado llegar hasta el presidente del país, Miguel Díaz-Canel, pero su esfuerzo fue en vano.
“Yo quisiera que Díaz-Canel me viera, porque he querido llegar a donde está él y me han dicho que no. Todos los funcionarios que he visto me maltratan y no les importa la vida de mis hijos, me siento abandonada”, declaró a finales de enero a CubaNet.
Los cubanos en el exilio recolectaron unos dos mil dólares y se los enviaron a Ismary, para aliviar parte de su angustia por llevar comida a sus hijos.
“Yo estoy agradecida por Otaola y la gente que me han ayudado para que mis hijos tengan sus cositas de nuevo. No pensaba tener las cosas de nuevo, ni la plancha ni nada, ni televisor”, dijo Ismary a Enrique Díaz Rodríguez, de CubaNet.