El trovador cubano Silvio Rodríguez ha mostrado su inconformidad en las redes sociales respecto al cierre del malecón habanero en algunos de sus tramos.
“Nuestro Malecón, en los últimos tiempos, ha sido vedado a la circulación vehicular todos los fines de semana. Lo que se comenta es que se tomó esa decisión a partir de un lamentable accidente en el que hubo varias muertes. Para alguien, como yo, que lleva tantos años viendo que existe el Malecón y sabiendo que más o menos siempre ha habido algún que otro accidente, la explicación resulta un tanto absurda", dijo el artista, en su cuenta de Facebook.
El cantautor agregó que en la noche de este miércoles 1º de enero, volvió a cerrarse dicha arteria, una decisión que, dijo, debería de revisarse por los problemas de tráfico que genera.
El cierre se debió "por un baile popular del tradicional estilo casino. En otra época del año suele cerrarse por carnavales o por otros eventos populares que se organizan. A mí me parece que debiera revisarse la decisión de cerrar tanto el Malecón habanero. Esa gran avenida es la única vía expedita que une a varios barrios del norte de La Habana. Es la forma de llegar, en pocos minutos, a muchos lugares, en una ciudad cuyo diseño básico está congelado desde hace más de medio siglo. Cuando se clausura el Malecón, las estrechas calles de la ciudad se convierten en tranques incómodos, no dudo que proclives a accidentes, además de que semejante congestión también significa más gasto de combustible y de recursos (por ejemplo, la notable movilización policial)", agregó.
"Con tantos parques, plazas y otros lugares amplios donde hacer eventos masivos, ¿sacrificar una arteria tan importante?, ¿y tan a menudo?”, subrayó.
Con más de cuatro décadas de carrera musical, Rodríguez ha escrito más de quinientas canciones y publicado una veintena de álbumes. Es considerado uno de los cantautores de mayor trascendencia internacional de habla hispana.
Al final del siglo XX, fue elegido en su tierra natal, junto a Ernesto Lecuona, como el mejor compositor cubano del siglo, mientras que a nivel internacional fue galardonado, junto a Joan Manuel Serrat, como el mejor cantautor hispanoamericano de la segunda mitad de siglo y en 1997 como Artista Unesco por la Paz.
En 2010 recibió el premio ALBA , además de recibir el grado de doctor Honoris Causa en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos del Perú, la Universidad Veracruzana de México y la Universidad Nacional de Córdoba de Argentina.
De acuerdo con diversas clasificaciones musicales, entre los discos más relevantes del cantautor pueden mencionarse algunos de los primeros, tales como Días y flores (1975), Al final de este viaje (1978), Mujeres (1978), Rabo de nube (1980) y Unicornio (1982).