La crisis crónica, la escasez y las vicisitudes de la vida diaria en Cuba, así como las inconformidades con un régimen dictatorial incapaz de mejorar la situación, son negadas a diario en redes sociales por usuarios sui generis, conocidos entre cubanos como ciberclarias.
Utilizan un tipo especial de perfil falso, creado y camuflado para acosar a críticos del gobierno cubano, pero fácilmente identificable por todo el que frecuente Facebook y Twitter. Tras cuentas de esa índole puede haber lo mismo agentes de la Seguridad del Estado que funcionarios anónimos de la administración pública o estudiantes en universidades cubanas que reclutan para “salirle al paso” al enemigo en Internet.
Las ciberclarias también tienen como misión monitorear la actividad en las redes sociales, ver cuáles son los temas candentes, identificar a críticos importantes o líderes de opinión.
Utilizan rostros falsos, retocados por computadora, imágenes de cualquier tipo que no contengan seres humanos… Constantemente se les ve haciendo el coro en los post de la élite castrista, como si a alguien le importara escribir “viva la revolución” en una publicación de Díaz-Canel. Ya los cubanos de carne y hueso están cansados de consignas.
Sin embargo, la historia de las ciberclarias y de dónde salieron no es una información de dominio público. Hay cierto vacío historiográfico en torno a ello, por lo que los Pichy Boys se dieron a la tarea de compartir con sus seguidores el conocimiento recabado por ellos al respecto.
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Mediante un ilustrativo video, los jóvenes humoristas explicaron que las ciberclarias han existido en Cuba desde los tiempos del cacique Hatuey, quien habría sido quemado por los españoles en 1512 como consecuencia de las provocaciones de una de ellas.
“Ahora se llaman ciberclarias por el tema del internet y eso, pero han existido toda la vida bajo el nombre de sapingos”, afirmaron los Pichy Boys en su video humorístico, donde acudieron a la parodia de pasajes históricos para defender su tesis.
“Se esconden en el anonimato para hacer sus ataques, pero eso no es de ahora, viene desde mucho antes”, agregaron.
Según la investigación de los Pichy Boys, Martí también habría caído en combate tras las provocaciones de una ciberclaria, que le instó a ser imprudente al salir al campo de batalla y lo acusó, al igual que otra hizo con Hatuey, de "beneficiarse" de estar fuera de Cuba para instar a los cubanos a rebelarse contra el régimen vigente.
“Señores, no sean unas ciberclarias, no sean unos sapingos, la libertad de Cuba es de todos los cubanos”, concluyeron los humoristas su crítica a todos aquellos que, con cuenta falsa o no, desestiman en internet a los críticos del régimen por vivir fuera de Cuba o bajo argumentos cansinos como que supuestamente no son auténticos, sino financiados.