El régimen de Cuba aprobó “flexibilizar” la importación por personas naturales, “con carácter no comercial”, como parte de un paquete de más de 70 medidas anunciadas este jueves por Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación.
Cuba atraviesa una grave crisis económica y social como resultado de la combinación de los efectos de la pandemia en el comercio mundial, y de la implementación, en 2021, de la llamada “Tarea ordenamiento”, una postergada reforma monetaria que disparó la inflación. Además, la concentración de bienes y productos básicos en las tiendas estatales en moneda libremente convertible (MLC), dejó sin acceso a la mayoría de la población.
No obstante, el gobierno comunista asegura que durante el primer trimestre del 2022 el PIB creció casi un 11%, por lo que las medidas anunciadas buscan “avanzar en la recuperación”.
Gil Fernández dijo ante la Asamblea Nacional (Parlamento) que, aunque las autoridades han recibido propuestas de estimular la importación con carácter comercial, “no es conveniente en estos momentos”.
La decisión de flexibilizar la importación incluye, según informó el medio estatal Cubadebate, “definir el carácter no comercial (…) de las misceláneas por su valor y peso y por la diversidad de los artículos a importar, y no por las cantidades físicas”.
También, “incrementar la cantidad permitida a importar de algunos artículos. Por ejemplo: celulares, computadores, tabletas, neumáticos y llantas”, así como aumentar “el límite de importación mediante envíos de 10 kg a 20 kg”.
Además, disminuirá el valor del kilogramo de importación de 20 dólares estadounidenses a 10, y se incrementará el exento de pago de 1.5 kg a 3 kg “para los artículos a los que se aplique el valor-peso”.
Por último, “disminuir el 70% del pago del impuesto aduanero (actualmente es del 100%, y se reduce al 30%)”.
Gobierno anuncia nuevo mercado cambiario de divisas
Este jueves también se anunció que el gobierno restablecerá el mercado de compra-venta de divisas en efectivo para la población y los viajeros que vengan del extranjero, suspendido desde junio de 2021.
Según dijo el ministro Gil ante el Parlamento cubano, “el país trabaja en el restablecimiento del mercado cambiario de divisas para la población”, reportó la agencia estatal Prensa Latina.
Añadió que todavía se estudia cuál sería el valor en ese mercado y la fecha de aplicación, pero el objetivo es una mayor captación de divisas y hacerle frente al mercado informal.
Gil Fernández asegura que a la población se le venderá con un tipo de cambio “económicamente fundamentado y donde podamos trabajar con todas las divisas, incluyendo los dólares en efectivo”. La tasa oficial actual para cambiar un dólar por pesos cubanos, es de 24 pesos por un dólar, casi 100 pesos por debajo de los precios del dólar en el mercado informal.
Los viajeros internacionales también podrán acceder a ese mercado con precios diferenciados al cambio oficial, lo que permitirá al Estado captar las divisas que están circulando en la economía, informó el medio gubernamental Cubadebate.
Según el ministro, “se están ultimando los detalles para la implementación de esta medida y se han evaluado sus riesgos, las acciones para minimizarlos y las posibles vías para utilizar esa capacidad de divisa que no está formando parte del sistema financiero nacional en función de incrementar la oferta en pesos cubanos”.
Gil Fernández lamentó que, si bien “la economía ha venido, humildemente, dando señales de recuperación, ha estado proliferando un mercado ilegal de compraventa de divisas en el país”. El funcionario agregó que “eso tiene un costo en la inflación, porque va a los precios. El tipo de cambio está a 120, sube, baja”, al tiempo que dijo haber “una pieza faltante, (…) un mercado formal de compraventa de divisas”.
El periodista José Raúl Gallego opinó en redes sociales que, “suponiendo que sea como ellos dicen: ¿nos damos cuenta de que estamos volviendo a lo mismo que ellos dijeron 'reordenar' pero en una modalidad peor?”
“Y en ese lapso del experimento nuestros ahorros e ingresos perdieron varias veces su capacidad adquisitiva, la comida y la divisa se dispararon, nos metieron unas tiendas donde venden con una moneda a la que no tenemos acceso, miles de personas han tenido que vender lo poco que tenían para jugársela cruzando fronteras o tirándose por mar”, agregó el académico de la comunicación.
