Diario Granma defiende matrimonio igualitario

El matrimonio no es la única fuente para construir familias: se deja abierta la posibilidad de la persona (…) de elegir el modelo familiar que se ajusta a su proyecto de vida
El Código de Familia no establece limitantes
 

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“El matrimonio constitucional cubano no está sustentado en la heterosexualidad”, aseguraron hoy especialistas jurídicos al periódico Granma, en un artículo sobre el Código de Familia que se presentará a debate en marzo de 2021.

El matrimonio no es la única fuente para construir familias: “se deja abierta la posibilidad de la persona (…) de elegir el modelo familiar que se ajusta a su proyecto de vida, o simplemente de no constituir una nueva familia”, detalló Leonardo Pérez, presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia, de la Unión Nacional de Juristas de Cuba.

Según Leonardo Pérez, la nueva Constitución (2019) rompe con una tradición jurídica que data de la ley suprema de 1940, en que la unión libre se equiparaba al matrimonio. Este logro está incluido en el nuevo Código de Familias, pero a juicio del especialista el camino para hacerlo aprobar será largo y complicado.

Tanto las regulaciones de la familia como del matrimonio, deberán estar acordes con el derecho internacional. Entre ellas, los derechos del niño, los ancianos mayores y los discapacitados.

El proyecto del cronograma legislativo presentado el 21 de diciembre en la Asamblea Nacional especifica que el documento se someterá a conocimiento de los diputados en 2021, para luego iniciar el proceso de consulta popular y, finalmente, proponer la aprobación definitiva en diciembre de ese mismo año por los parlamentarios.

El anteproyecto de la actual constitución, aprobada en referendo el 24 de febrero, contemplaba en su artículo 68 que el matrimonio era la unión libre entre dos personas. No especificaba sexo, lo cual abría la puerta al matrimonio igualitario en la isla.

Durante el proceso de consulta popular de la Constitución, el artículo sobre el matrimonio fue uno de los que más polémica generó. Fue objeto de una feroz campaña propagandística por parte de iglesias y organizaciones evangélicas que, haciendo gala de su espíritu conservador, se opusieron abiertamente a la posibilidad de que personas del mismo sexo contrajeran legalmente una relación conyugal.

Ante las críticas y las campañas en contra, la comisión redactora de la constitución decidió marginar la posibilidad del matrimonio igualitario de la nueva carta magna. El gobierno decidió postergar el tema para el nuevo Código de Familia, cuya fecha de presentación, ya anunciada, dista aún bastante en el tiempo.

 

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