Red de Cultura inclusiva: el reto de integrar a los discapacitados en Cuba

La Red también ha denunciado la ideologización de las organizaciones oficialistas que dicen integrar a discapacitados, ciegos y sordos, pero sólo acogen a quienes apoyen la revolución socialista.
 

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En Cuba  todas las asociaciones legales están controladas por el gobierno y naturalmente no son suficientes para atender las necesidades de los grupos de personas a las que deben representan. De manera orgánica han surgido desde la sociedad civil organizaciones que aún desde la ilegalidad, apoyan diferentes causas y han logrado visibilizar problemáticas arraigadas en la sociedad cubana actual. Entre las más desfavorecidas,  se encuentran las personas en situación de discapacidad, cuyas organizaciones dentro de la sociedad civil están representadas únicamente por La Red de Cultura Inclusiva.

Esta red independiente, fundada en el 2016, sigue trabajando para denunciar la responsabilidad del Estado en la vulneración de los derechos de las personas con discapacidad y fomentar el difícil reto de la integración.

Los miembros de esta red son en su mayoría ciudadanos que recibieron capacitación en otras latitudes con un largo camino avanzado en función de las personas en situación de discapacidad. “Una vez abierto el telón del teatro”, nos cuenta Juan Carlos Linares Balmaseda, miembro de la organización, “fue imposible virar la cara ante la realidad cubana”.

La organización existe sufriendo contratiempos materiales y humanos, en 3 años de fundada sus miembros han sido inestables y, contradictoriamente, los beneficiarios que se atreven a integrarse son mínimos. ¿Quién puede pensar que 5 personas sin recursos pueden resolver lo que no ha podido el gobierno?  También los temores a unirse a personas de postura crítica al gobierno, es suficiente para alejar a todos.

"Somos una red que forma parte de la sociedad civil cubana, para apoyar y velar por los derechos de las personas con discapacidad en Cuba. Hacemos focus groups, mesas de diálogo, campañas, un taller para arreglar sillones de ruedas o darle mantenimiento...", cuenta Juan Carlos Linares, a ADN Cuba.

"Hemos presentado también informes de las deficiencias que existen en la sociedad, tanto políticas como sociales. No existe en Cuba una organización para atender a personas que tienen algún tipo de discapacidad intelectual o cognitiva, ni de niños ni de adultos. Estas personas son atendidas por el MINSAP, a través de los consultorios. Pero en otros países hay una gran variedad de organizaciones o ONGs para atender específicamente la variedad de discapacidad intelectual o cognitiva. Aquí no".

La Red denuncia la ideologización de las organizaciones oficialistas que integran a discapacitados, ciegos y sordos, que sólo acogen a quienes apoyen la revolución socialista y pintan una visión casi perfecta de la realidad cubana.

También recoge y documenta casos que muestran datos al margen del discurso triunfalista del Gobierno en esta esfera, visibilizando las vulneraciones contra niños y adultos discapacitados. Asimismo, trabaja por que en la Isla haya un trato inclusivo hacia estas personas y se logre una mayor sensibilización a través de campañas como  "La discapacidad no nos limita, tu actitud sí", en la que se han involucrado proyectos y artistas independientes.

En el 2018 la Red de Cultura Inclusiva fue impedida de viajar a Ginebra para presentarse a una sesión de las Naciones Unidas sobre personas con discapacidad.

Acelia Carvajal, de 63 años, viajaría a Suiza junto a su esposo, Juan Goberna, pero oficiales de Inmigración le indicaron que ella tenía restricción de salida del país.

Luego de prohibir viajar a Carvajal, las autoridades cubanas dijeron que Goberna sí podía viajar. Sin embargo, Goberna presenta una discapacidad visual y necesita constante asistencia e ir siempre acompañado.

Los miembros de la RCI iban a realizar una exposición en el noveno grupo pre-sesional del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU.

Allí planeaban expresar su preocupación por la falta de monitoreo del Estado de las regulaciones urbanísticas en función de garantizar la inclusión social de las personas con discapacidad en su entorno.

"Hemos tratado de agilizar la creación de una ley para personas con discapacidad y que se preste más atención a este grupo vulnerable", concluye Linares.

La realidad está alejada de las noticias y de los informes encontrados en Internet, en su mayoría desactualizados y triunfalistas. En Cuba existe una situación social precaria que afecta a todos los ciudadanos, lo que deja en un desamparo extremo a grupos vulnerables como son las personas en situación de discapacidad. 

 

 

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