El prisionero político Chadrián Vila Sequín, condenado a 11 años de prisión por participar en las protestas antigubernamentales de julio de 2021 en Cárdenas, provincia Matanzas, se encuentra hace aproximadamente una semana en huelga de hambre, denunció su familia.
Según contó a ADN Cuba la esposa, Lía Fonseca, otro preso de la cárcel de Matanzas le comunicó que Vila Sequín se encuentra 'plantado', en huelga de hambre, hace una semana.
"Le quitaron los beneficios. Nos enteramos por un preso que está con él que me llamó y me dijo que llevaba una semana plantado", añadió Fonseca.
El objetivo de la huelga de hambre de Vila Sequín es exigir su libertad. Desde el 7 de enero la familia no se comunica directamente con él. Le han suspendido las llamadas telefónicas y las visitas.
Además el joven tiene que pagar, junto a otros dos manifestantes del 11J en Cárdenas, una suma de 100,000 pesos cubanos, por supuestos daños a la propiedad.
Vila Sequín fue encarcelado el 17 de agosto de 2021 por salir a manifestarse pacíficamente en julio.
El juicio en su contra tuvo lugar los días 20 y 21 de diciembre pasados, donde el joven de 22 años fue sancionado a 11 años de privación de libertad.
"Pido justicia y libertad para mi joven esposo, padre de dos hijos. Pido a todos los organismos internacionales que tomen cartas en el asunto a favor de los más de 845 encarcelados desde el 11 de lulio de 2021, con motivo de las protestas (...) El desgobierno castrista ha actuado de manera pusilánime creando un ambiente de violencia y de inseguridad innecesarios. Se ha negado a escuchar el clamor del pueblo y en su lugar a arremetido como lo que es, una dictadura implacable, deshonesta y cruel", señaló la esposa Lía Fonseca en redes sociales.
El 13 de enero de 2022 el padre del joven condenado, Alexander Vila, dio una entrevista a ADN Cuba. "El fiscal dijo que por sus pantalones le iba a meter la pena máxima a mi hijo por yo haber presentado una queja ante la Delegación Provincial de Matanzas. Tuviera o no tuviera la culpa", declaró Vila.
Durante el juicio solo pudo ingresar su padre y la institución estaba custodiada por los llamados 'boinas rojas'. Fue juzgado junto a otros seis manifestantes por los supuestos delitos de robo con fuerza, desorden público y sabotaje agravado.
"Mi hijo no es un criminal para haberle metido 11 años. La madre está muy mal, enferma de los nervios, porque ese es su niño", agregó.
