Catorce menores de edad detenidos en Cuba por manifestarse contra el gobierno el 11 y 12 de julio continúan sin libertad, varios de ellos están enfermos. Algunos no han recibido asistencia médica, mientras que otros fueron llevados al hospital esposados de pies y manos, sin que las autoridades avisaran a sus familiares.
Aunque en Cuba la adultez comienza legalmente a los 18 años, el régimen de la isla ha fijado en los 16 años la edad de responsabilidad penal, por lo que han sido juzgadas personas que serían consideradas menores de acuerdo a la Convención sobre los Derechos del Niño.
Uno de estos manifestantes es Jonathan Torres Farrat, de 17 años y residente en La Habana. En días recientes, fue llevado al hospital a causa de problemas cardíacos, pues padece de hipertensión arterial por hipertrofia del ventrículo izquierdo. En el presidio también ha sufrido de otitis.