Autoridades de El Salvador permitieron el ingreso al pastor bautista cubano Carlos Sebastián Hernández Armas y sus dos hijos menores de edad, luego de que Nicaragua, país al que se dirigían, les negara la entrada.
"¡Ya en suelo salvadoreño! Estamos en un hostal", escribió Hernández Armas en su Facebook la noche del 2 de marzo.
"Gracias a Dios, a todos ustedes y a las autoridades de El Salvador. ¡Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová!", concluye su post.
El pastor escapó de Cuba y permaneció varado en el aeropuerto internacional de El Salvador con sus hijos Carlos Elías Hernández Quintana, de17 años, y Enoc Sebastián Hernández Quintana, de 10 años.
"Puedo ser deportado para Cuba. Será muy malo si sucede, está en riesgo mi integridad física y la de mi familia. Si regreso, estoy convencido de que el gobierno cubano no me dejará salir nunca más, es probable que me metan preso", advirtió este miércoles.
"El domingo pasado tuve que salir huyendo de Cuba con mi familia porque estaba siendo perseguido y monitoreado por el gobierno a causa de mi posición respecto a la realidad cubana", afirmó el líder evangélico en un video en redes sociales.
"Yo he hablado abiertamente desde hace 20 años sobre las injusticias, la falta de libertades religiosa y política, pero últimamente con el acceso a internet se han hecho más virales las cosas que yo decía. Tras las manifestaciones del 11 de julio y los juicios sumarios hice mis declaraciones que tampoco gustaron al gobierno", explicó el pastor principal de la Iglesia Bautista “Ebenezer”, del municipio Cotorro en La Habana.
La vigilancia contra el pastor aumentó en los últimos meses. "[El gobierno] ha estado amenazando a las personas cercanas a mí, ha tratado de hostigarme, temía por mi familia, y con muchos riesgos salimos de Cuba con la idea de llegar a Nicaragua y poder subir a los Estados Unidos".
En El Salvador se estancaron los planes, cuando la aerolínea les informó que las autoridades migratorias de Nicaragua no autorizaban la entrada al país del pastor y su familia por supuestas regulaciones contra la COVID-19 y protocolos que los cubanos no cumplían.
El pastor estaba 'regulado' por el Ministerio del Interior desde 2019, por lo que no podía viajar al extranjero, pero recientemente notó que la prohibición había sido levantada y decidió exiliarse.
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La organización Outreach Aid to the Americas (OAA) denunció en Twitter la situación de Hernández Armas y recordó que es "el pastor que en 2016 realizó la entrega del Premio Patmos al Dr. Oscar Elías Biscet (…) y ha sido objeto de hostigamiento constante desde hace años".
Mario Félix Lleonart Barroso, líder bautista cubano exiliado en Estados Unidos y coordinador del Instituto Patmos, responsabilizó del incidente a "la dictadura comunista de Nicaragua por [seguir] órdenes de la de Cuba".
Lleonart agregó en un post de Facebook que sobre su compañero de fe la represión se ha incrementado "en últimos tiempos de parte de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del PCC [Partido Comunista] y de las hordas de la policía política".
Según Lleonart Barroso, los sermones dominicales de Hernández Armas "eran una denuncia desde la base bíblica de la terrible situación que atraviesa el pueblo cubano".