Yanaisy Curbelo, madre del adolescente y preso político cubano Brandon David Becerra Curbelo, pidió este lunes unirse para lograr la liberación de los menores encarcelados por las manifestaciones antigubernamentales del 11 y 12 de julio en toda la isla.
“Pido encarecidamente como madre, que se unan y luchen por la libertad de esos niños”, dijo Curbelo en una entrevista en directo con ADN Cuba.
“Es imposible que puedan pasar por inadvertidos y cumplan una condena de 10 años o más, porque no será un año, ni meses, ni los van a soltar”, añadió.
Su hijo Brandon David está recluido desde hace 4 meses en la Prisión de Jóvenes de Occidente, conocida como “El Guatao”. Forma parte de una veintena de menores de edad y adolescentes cubanos sometidos a procesos penales tras el estallido social ocurrido en más de 60 localidades del país.
Becerra fue detenido cuando era legalmente un menor, y cumplió sus 18 años preso y sin juicio. Enfrenta una petición fiscal de 18 años por una presunta “sedición”.
“Este sufrimiento es horrible. Yo sufrí una vez en mi vida, hace seis años atrás, cuando perdí a mi madre con cáncer, me costó mucho trabajo rebasarlo. Pero este sufrimiento que tiene uno por estos niños… esto no tiene perdón”, lamentó la cubana.
Yanaisy Curbelo se dirigió al régimen cubano: “¿Los quisiste castigar porque salieron y gritaron, y se manifestaron? Ya llevan cuatro meses… ¿Hasta cuándo? Esto es una tortura psicológica para los familiares y para el niño. Yo soy sola con dos niños, es imposible, no se puede. No hay vida con ellos [presos] ahí”.
Denunció la falta de condiciones en la cárcel y que las familias deben proporcionar alimentos básicos y aseo a los jóvenes prisioneros. Además, criticó a las familias que hacen silencio ante los abusos del régimen contra los detenidos.
“Muchas madres no sé qué tienen en el cerebro… el único miedo que tengo es que mi hijo cumpla semejante condena (…) Son niños, no han matado a nadie”.
“Esto es muy abusivo, ¡muy abusivo! Mi hijo me dice: 'mamá yo no sé por qué estoy preso, si solo grité la verdad. Grité Patria y Vida y que Cuba tenía hambre'”, contó Yanaisy Curbelo en otra entrevista con ADN Cuba.
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“Me lo recogieron de aquí en La Habana, de la esquina de la casa, como un perro”, denunció.
El 16 de julio, sobre las 2 y 30 de la tarde, se llevaron detenido y esposado a Brandon. “Andaba con su hermano menor, de 13 años, y se les tiró una patrulla con una guagua llena de militares, como si fuera un asesino”, recordó su madre.
“Así me lo tuvieron tres meses que yo no pude hablar con él. (…) Mi hijo cogió COVID-19 estando preso, mi hijo cogió sarna, mi hijo cogió dengue… Esto ha sido catastrófico”.
Los juicios por la presunta “sedición” todavía no comienzan. El régimen ha ido encerrando manifestantes acusados de “atentado”, “desorden público”, “instigación a delinquir” y otros delitos comunes que imputa para evitar reconocer a cientos de presos políticos.
Laritza Diversent, directora de Cubalex, declaró a ADN Cuba que estos procesos son “de los más preocupantes que hemos visto tras las protestas del 11J, porque la sedición es un delito contra la Seguridad del Estado”.
Alain Espinosa, abogado de la organización de derechos humanos, dijo que las acciones de los manifestantes del 11J no pueden ser tipificadas como “sedición”, porque ese delito se aplica a personas que “tumultuariamente y mediante concierto expreso o tácito, empleando violencia, perturben el orden socialista (…)”.
Según Espinosa, “ha quedado demostrado que estos fueron los hechos más espontáneos de los últimos tiempos en la realidad cubana. Además, es de público y notorio conocimiento que la violencia fue ejercida en primer lugar por las fuerzas represivas del gobierno”.