Este 15 de diciembre el ex prisionero político, Silverio Portal Contreras tuvo que presentarse junto a su abogado ante el Juez de Ejecución de su caso para empezar el tratamiento que se da por la licencia extra penal.
Pese a que el hombre fue liberado el 1 de diciembre por motivos de salud, continúan las presiones del aparato represivo en su contra.
En dicho encuentro, donde estaba además del juez, el agente de la Seguridad del Estado que atiende, le señalaron que no podía vivir en casa de su pareja, Lucinda González Gómez porque no están casados.
"Ellos me están cuestionando que tengo que casarme y hacer el cambio de dirección para poder estar aquí en casa de Lucinda", explicó el opositor en una directa.
Por su parte, Lucinda dijo que "voy a seguir acusando a la Seguridad del Estado de lo que le suceda a Silverio, que es un hombre enfermo, de cualquier cosa le sube la presión y ellos están queriendo provocarle un infarto".
González Gómez también denunció que su pareja no está accediendo a los medicamentos que necesita ya que no tiene carnet de identidad, y acusó al régimen de demorar este trámite.
"A nosotros nadie nos va a doblegar, entonces está de más que vengan a ese tipo de chantaje", agregó la activista.
El opositor fue condenado en 2018 a cuatro años de cárcel por los supuestos delitos de desorden público y desacato a las figuras de Fidel y Raúl Castro.
Desde el año pasado, Portal Contreras denunció la falta de medicamentos que afecta a los reclusos en la prisión de Valle Grande.
A través de una carta a la que tuvo acceso ADN Cuba— y que estaba dirigida a la Sección 21 de la Contrainteligencia de los Órganos de la Seguridad del Estado— Portales aseguró en 2019 que le pedían a los reclusos que “se suministren sus propios medicamentos, ya que la prisión no se los puede proveer”.
Silverio cuenta en su carta que luego ser detenido en casa de su madre en Alamar, fue enjuiciado al otro día en el Tribunal Popular de Centro Habana y acusado de “hablar mal de Fidel y Raúl, los dirigentes de la Revolución” frente a unas 150 personas en el Parque Central.
