Desde hace días la voz de Santiago Feliú sonaba, suena, en mi memoria. Una y otra vez escuchaba, despierto o dormido, su "Balada de Grifin", que marca una historia desgarradora en un año terrible para todos los cubanos. Una tragedia, como la del Mariel, que este año cumplirá 40 años.
Balada de Griffin
Fue en el 80, por si se olvidan
algunos amigos de aquella edad que ya no están,
tampoco aquél…
Griffin el negro, el de mi barrio,
el que me convenció de tanto
y que después, al fin, él no entendió.
Escribía cosas de Lawton,
del convento que hay en "B", *
me enseñó el argot y La pupila insomne.
Amaba a Cat Stevens, rimaba el tiempo
y, de tanto rimarlo, no supo hallarle
un verso fiel a su final.
Compraba el cielo por unos pesos,
y tanta altura convirtiósele en brumas
y no supe nada más.
Ahora es otro de los que andan
por el Village o en el Bronx,
remendándose el vacío y el olvido.
Cuántas nostalgias que los desgarra,
cuánto de culpa tengo y me mata.
Fue en el 80, nunca se olviden,
fueron amigos de aquella edad
que ya no están, ya no estarán más.
Cuántas nostalgias que los desgarra,
cuánto de culpa tengo y me mata
* Lawton es un barrio de la Ciudad de la Habana donde Santiago vivió siendo niño. “B” se refiere a una calle de ese barrio, la calle B, donde había un convento que después del triunfo de la Revolución fue convertido en escuela, aunque se mantuvo la Iglesia de al lado, que todavía existe.
De manera que ayer no pude más y escuché esa canción más de diez veces. Era Santi, recordándome que un día como hoy había dejado una nota en el viento, hasta que nos volviéramos a ver.
Es por eso este poema que escribí cuando me dieron la dolorosa noticia:
EPITAFIO
A Santiago Feliú, en otras dimensiones.
en la edad de la abeja tenía
tres torres de melancolía
nubes aquel domingo derramando
silbidos trinos hijos pulsos
como en un agujerito en la tierra
cantó gritó soltó vida y vida
la vida con todas sus uves dobladas
y cada vez que abría los ojos era vida
lo que chorreaba por sus tuétanos
por sus melenas verdes por sus lunas distintas
por buenos aires o La Habana
por entre el vino y las mansas guitarras
era vida en la punta agujereada de la muerte
y vida la que no rodaba silenciosa
eran brillos de vida sus dientes al final de un abrazo
y en su palabra encasquillada
pero después había como un redoble de perros
un olor de hogar en plena calle
al andar tropezando a su lado
hoy la asesina llegó primero que todos
le cerró sus gavetas sus músicas sus cielos
la palabra partida sus huracanes en la ceja
pero en la misma muerte él cantaba y gritaba
y pedazos de vida brillaron todavía
no hay agujero en el planeta donde ocultarlo..
Feliú fue un cantautor que perteneció al movimiento conocido como la Nueva Trova. Sus canciones elaboran una guitarra más detallada que la que se usaba normalmente como mero acompañante. Sus líricas no se ausentan de temas como la vida, el amor y la sociedad. Había nacido en La Habana el 29 de marzo de 1962.