Eddie Van Halen, el fenomenal guitarrista que falleció este 6 de octubre a los 65 años, fue catalogado como uno de los mejores guitarristas de la historia por la revista Rolling Stones.
Han pasado 28 años desde la última y única vista de Van Halen a México. Entonces se presentó en Palacio de los Deportes, de la capital, el único recinto que pudo albergar a la banda estadounidense.
Ese concierto fue el único en que el público azteca vio de cerca al grupo que rompió la dinastía del género “disco” y que logró arrebatar los primeros lugares de las listas de popularidad.
La banda asistió como parte de la gira de su novena producción discográfica “For Unlawful Carnal Knowledge”, ante lo cual decidieron hacer una fecha doble, el 22 y 23 de marzo del año 1992. La popularidad del grupo en México era absoluta; los boletos se vendieron con el clásico “agotado” después de un breve periodo.
El concierto coincidía con el de los Beach Boys, sin embargo, Van Halen fue quien dominó el espectáculo durante el fin de semana. Fue un concierto que logró superar los 20 000 espectadores. Nada más salir al escenario, comenzó su repertorio de canciones clásicas, como “Why Can’t This Be Loved” y “Panama”, los cuales hicieron saltar de alegría a los fanáticos.
Van Halen traía una fuerte competencia, pues el fin de semana anterior el espacio había sido tomado por Guns N’ Roses. Eso provocó que ambos conciertos fueran comparados, pero el de Van Halen dominó durante todo ese mes a los aficionados del rock, quienes veían asombrados como Eddie se la pasaba corriendo por el escenario.
El espectáculo cerró como los mejores, con un gran número de ropa interior femenina aventada voluntariamente por el público hacia el escenario.
En fechas recientes, la banda había anunciado una nueva gira en Estados Unidos, la cual estaba planeada para el 2021, con lo que se avivaba la esperanza de que el grupo decidiera volver a incluir a México en su gira internacional. La COVID-19 y el cáncer de garganta que padecía el legendario guitarrista hicieron que todo se fuera al olvido.
Fue casi una década en la que el guitarrista luchó contra la terrible enfermedad. El guitarrista murió en el hospital Providence Saint John's Health Center de Santa Mónica (California, Estados Unidos).