Cimafunk conquista Barcelona

El recital de anoche en la sala Barts de la ciudad condal convirtió el teatro del Paralel en una gran sala de baile.
Cimafunk conquista Barcelona
 

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Ataviado con sus icónicas gafas de sol y un delantal dorado que dejaba su espalda al descubierto, Cimafunk ha vuelto a triunfar en un nuevo escenario: la sala Barts de Barcelona, donde ha comenzado su gira española, que lo llevará en los próximos días a Madrid y Santiago de Compostela.

La prensa local ha destacado su apuesta por la mezcla del funk y el blues con ritmos afrocubanos, que lo ha llevado a triunfar, primero, en escenarios de la isla y luego en las principales ciudadaes de Estados Unidos y Europa.

La sala Barts de Barcelona se llenó este viernes con catalanes y buena parte de la comunidad cubana residente en esa ciudad, para ver en directo al que la revista Billboard considera uno de los diez artistas latinos de referencia del 2019.

El camino de Erik Iglesias, conocido como Cimafunk, no ha sido fácil y que ha tenido que esforzarse mucho y poner "mucha voluntad" en su proyecto musical, aunque admite haber contado con el apoyo de su grupo de amigos, que lo han mantenido siempre con "los pies en el suelo".

A Cimafunk, la vocación musical le viene "de casa", cuando sentía cantar su abuela, y de su experiencia de participar de un coro de iglesia cuando era pequeño. "Después ya hice reggaeton, trova y una pila más de estilos", ha dicho.

Hay también en su música una conciencia de africanidad, reforzada por muchos detalles rítmicos y un diálogo con grandes músicos africanos, como Fela Kuti, y emblemáticas figuras del funk norteamericano. “Pancho Amat me hizo ver que, en la música tradicional de Nueva Orleans, el ritmo que hace el bombo es en realidad la clave cubana, y todo está relacionado”, explicó el cantante a varios medios de prensa, si bien apunta que la identidad racial no es un tema en la  Cuba actual. “Muchas de nuestras figuras musicales emblemáticas eran negras, como Benny Moré o Bola de Nieve, pero este es un país muy mezclado: aquí todo el mundo tiene algo de chino, o de español, o de árabe... Hay de todo, y se ha perdido un poco lo de clasificar”.

El espectáculo de la Barts hizo honor a este amplio bagaje de estéticas y mostró un repertorio poliédrico. El artista pasó del funk con chachachá de "Ponte pa' lo tuyo" al pop de "Fiebre" y el afropop nigeriano de "Me voy", su gran hit, que ya acumula casi dos millones de reproducciones en Youtube.

También sonaron la "Cocinarte", el hip-hop eléctrico de "Apretao" y la sensual "Paciente", donde los ritmos afro se combinan con letras que exploran el slang sexual del cubano.

Cimafunk, que actuó acompañado de siete músicos, peinó el escenario durante todo el show con una sorprendente energía escénica que acabó convirtiendo la sala en una inmensa pista de baile.

¿Es Cimafunk el símbolo de una nueva escena cubana, que rompe esquemas musicales previos? “Soy uno de los que más ha podido llegar al público gracias a internet y a que he podido hacer campañas, pero siempre ha habido y sigue habiendo gente inventando cosas en Cuba”, relativizó el cantante en su rueda de prensa. En la isla florecen en la actualidad, subraya, propuestas musicales variopintas por parte de gente muy joven. “Hace solo cinco años no se veía a tantas bandas jóvenes, de chamacos, tocando todo tipo de música: funk vinculado a la trova, o hip-hop, o rock, que está cobrando también mucha fuerza”.

 

 

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