En enero todavía quedaba carne de puerco en las cocinas, pero en las panaderías no había harina. Las colas eran interminables: gente hacinada por horas, incluso de madrugada. Pocos meses después llegó la crisis del pollo, los memes del avestruz, aquello fue apoteósico. Pero de todas las crisis, la del transporte no tiene nombre.
Bueno, sí que lo tiene: “coyuntura”. La palabra del año. Otra vez colas interminables en las gasolineras, gente hacinada por horas en las paradas, inspectores y policías parando cuanto medio de transporte disponible hubiese, guaguas repletas, guaguas que no pasan, otras que pasan y no paran, los taxis más caros que nunca, memes y más memes.
En los dos últimos años se ha intensificado el bloqueo, barcos petroleros que no entran a la Isla, reducción de viajes aéreos y en crucero, lo que ha afectado notablemente la economía nacional. Las cifras de las afectaciones son alarmantes: “Desde abril de 2018 a marzo de 2019 las afectaciones en esa rama de la economía nacional ascienden a más de 170 millones de dólares, 69 millones más que en igual periodo precedente”, aseguró a Cubadebate, Naima Alfonso Acosta, viceministra de Transporte.
“Hay pérdida por la reubicación geográfica del comercio, hay afectación a la producción y los servicios, afectaciones monetario–financieras al no poder comerciar con el dólar y afectaciones por el bloqueo tecnológico”.
Uno de los usuarios, Luis Enrique, comentó: “el bloqueo es un gran obstáculo, pero, ¿sin bloqueo se resuelven los problemas? ¿Y si las personas naturales tuvieran mayor participación en la actividad del sector o pudieran importar equipos, piezas, barcos, aviones y combustible? ¿Por qué tiene que ser el estado el único responsable de ofrecer y diseñar el transporte en el país?”.
A partir del pasado 16 de septiembre se redujo el Cuadro de Rutas de Ómnibus Nacionales a una salida diaria de La Habana a las cabeceras provinciales y de estas a la capital, así como una única salida del servicio marítimo Batabanó-Nueva Gerona y viceversa.
El servicio de transporte ferroviario también ajustó la frecuencia de los viajes, con una salida diaria desde La Habana a los diferentes destinos y cada cuatro días en las mismas formaciones de coches: 14 en total a partir de dos que se le agregaron. También se canceló la reservación de boletos.
Por otra parte y a causa de esta crisis, a los taxistas privados se les ha restringido la cantidad de combustible a comprar y se les ha dado la opción ofrecer el servicio de taxi libre. Pero al no tener precios fijos, hay incongruencia entre el precio y el tramo. Es una opción para las personas que tienen dinero, pues no es un servicio barato y demuestra la existencia de clases.
En enero comenzaron a funcionar las Gazellas, microbuses de 13 plazas con precios asequibles que han aliviado notablemente la situación coyuntural. Pero hubo quien cometió infracciones: tramos que se cobraron a sobreprecio, transportación de personas de pie, entre otras.
En este sentido, se tomaron las siguientes medidas: el horario de servicio se dispuso desde las 6:30 am hasta las 9:00 pm, con salidas escalonadas. Después de las 9:00 pm, los conductores pueden brindar el servicio de forma libre. Cada carro debe tener dos choferes: un titular y otro contratado.
En la noche se deben tener las luces de salón medio encendidas. Así como también se aumentó el tamaño de las rutas para una mejor visibilidad, con la finalidad de evitar malentendidos en el cobro de los tramos. Ya a finales de año, atenuada la coyuntura, hay un mejor servicio de transporte. Sin embargo, la preocupación de una nueva crisis es inevitable. Esperemos que la próxima coyuntura se demore y que el servicio siga mejorando en favor de una mejor gestión como país.