Bruno Rodríguez esquiva acusaciones por arresto de Ferrer

Rodríguez responsabilizó al gobierno de Washington de las supuestas campañas de difamación en las que medios independientes exigen la liberación de Ferrer y denuncian las torturas físicas y mentales contra él.
La eminencia gris de la diplomacia cubana, Bruno Rodríguez
 

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El canciller cubano, Bruno Rodríguez, calificó de intromisión en los asuntos internos de la Isla las denuncias de gobiernos y organizaciones internacionales del trato infligido al líder opositor y activista por los derechos humanos José Daniel Ferrer, arrestado y torturado por el gobierno que él representa.

Rodríguez responsabilizó al gobierno de Washington de las supuestas campañas de difamación en las que medios independientes exigen la liberación de Ferrer y denuncian las torturas físicas y mentales contra él.


La prensa oficialista siguió obediente la estela del ministro este jueves. La informativa Agencia Cubana de Noticias se refirió al post del funcionario y calificó de “contrarrevolucionario” a Ferrer, además de insinuar que se comporta como un simple delincuente, práctica de difamación con la que se busca rebajar la calidad moral de los opositores cubanos.

La noticiosa agregó que Ferrer es un asalariado de la Embajada de EE. UU en Cuba y que sigue a pie juntillas las indicaciones de la sede diplomática.

La víspera el Parlamento Europeo anunció que debatirá y votará el próximo jueves una resolución de urgencia sobre el caso de Ferrer, detenido desde hace 50 días y sometido a una reciente campaña de descrédito por el gobierno cubano.

El secretario general de la OEA y el candidato demócrata Joe Biden pidieron también la liberación de Ferrer, el pasado 16 de noviembre.

El coordinador general de Unpacu fue detenido el 1 de octubre en un ostentoso operativo dirigido por la Seguridad del Estado con más de 60 efectivos policiales y una docena de vehículos entre motocicletas, autos de patrulla y camiones, según contó la coordinadora de Unpacu, Katerine Mojena.

Un oficial que se presentó como Instructor del caso informó a la esposa de Ferrer que este había sido trasladado hacia la prisión de Aguadores bajo la medida cautelar de prisión preventiva pero no le entregaron el "auto" de la Fiscalía.

Ferrer denunció en una escueta misiva enviada a sus familiares torturas físicas y sicológicas y amenaza de muerte. Su esposa logró verlo, única vez que sus captores concedieron ese derecho elemental, y declaró que Ferrer tenía la apariencia de un viejo y había enflaquecido notablemente.

 

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