Autoridades del régimen en Ciego de Ávila anunciaron una serie de medidas restrictivas para frenar el avance de la pandemia en esa provincia.
Ante el aumento de casos positivos a la COVID-19 durante las últimas dos semanas, los dirigentes decidieron suspender el Festival Piña Colada, programado del 1 al 4 de abril, y restringir la venta de productos en los bajos del edificio 12 plantas de esa ciudad.
“Se organizó a los trabajadores por cuenta propia y trabajarán en días alternos. La mitad lunes, miércoles y viernes, y la otra mitad martes, jueves y sábados. Se les ajustará el pago de los tributos por el tiempo que dure la medida”, reseñó en Facebook el periódico oficialista Invasor.
Ciego de Ávila presentó un total de 144 contagios al coronavirus en el informe del Ministerio de Salud Pública de este 25 de marzo.
Los municipios más afectados son la cabecera provincial con 60 enfermos, Baraguá con 20, y Morón con 18.
Según declaraciones oficiales en el Grupo Temporal de Trabajo en la provincia, se han incumplido medidas y protocolos sanitarios establecidos, por lo que existe descontrol en las áreas de Salud.
En todo el territorio cubano es visible una ligera tendencia al alza de los infectados. Tal incremento motivó a las autoridades a “revisar las medidas en cada provincia, arreciar el control y apurar el paso con la vacuna de refuerzo”, informó el portal oficialista Cubadebate.
Más de 6,14 millones de personas ya han recibido una dosis de refuerzo en Cuba, de acuerdo con datos oficiales, y se estudia si los títulos de anticuerpos de quienes la recibieron hace ya más de cuatro meses han descendido lo suficiente como para habilitar otras dosis.
El doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo empresarial farmacéutico BioCubaFarma, aclaró en la reunión del grupo de trabajo gubernamental de este sábado que se debía precisar bien cuándo se necesita un refuerzo, si a los seis meses o al año, porque si se abusa de la vacunación, podría parecer un fenómeno de tolerancia al antígeno.
