El parque deportivo José Martí en La Habana es una de las instalaciones deportivas históricas en la capital, pues por ese sitio pasaron cientos de personas (deportistas y no) quienes entrenaban lo mismo béisbol que natación o gimnasia. El Martí es un área deportiva que quedó convertida en dormitorio para gente sin techo, zona de tolerancia sexual y área de peligro ante la amenaza de derrumbes.
En su decadente explanada, a la que el salitre y la desidia arrancaron el muro perimetral, llegaban en muchas ocasiones los corredores que querían bajar algunas libras, al tiempo que se entrenaban los niños y paseaban las mascotas con sus dueños.
Toda esta realidad es denunciada por Yotuel Romero en su perfil de Instagram. La voz líder de la agrupación Orishas denuncia como de a poco se van derrumbando como resultado de la desidia y la falta de cuidado de las instituciones gubernamentales.
El artista le dedicó un poema a este espacio que hoy se reduce a ruinas en el vedado habanero
PARQUE MARTÍ
MI TRAMPOLÍN
Me enseñaste a saltar sin miedo.
Hoy mi miedo es verte así
Cuántas veces me lancé a lo profundo.
Hoy lo profundo es el vacío que veo en ti.
Fue tan bello esperar para subir mi turno.
Hoy sin rumbo te derrumbas ante mi
Algún día nos volveremos reunir
Y hare un salto libre, desde mi trampolín.
NUESTROS RECUERDOS SE DERRUMBAN
Inaugurado en los años 40, el parque fue remodelado en 1960 por el arquitecto cubano Octavio Buigas y, en aquel entonces, contaba con gimnasio, piscina, estadio, parqueo, área infantil, un tabloncillo para baloncesto y vóleibol, este último con gradas para más de 1.000 espectadores.
El estadio, desde donde se podía disfrutar lo mismo de una competencia deportiva que de el espectáculo del mar, contaba con unas gradas para 3.150 espectadores, provistas de una cubierta ligera en forma de bóveda que llegó a ser parte del rostro que identificaba la capital cubana.
Recordemos que en el recién finalizado marzo, un derrumbe en La Habana Vieja, específicamente en Inquisidor, entre las calles Luz y Acosta, dejó un muerto y varios heridos y el pasado 27 de enero, fallecieron tres niñas por el derrumbe de un balcón en el barrio Jesús María de La Habana Vieja.