Sociedad Panameña de Cardiología rechaza contratación de brigada médica cubana

La Sociedad Panameña de Cardiología envió a las autoridades de su país una carta abierta en la que afirma que la contratación de médicos cubanos para combatir la COVID-19 vulnera las leyes vigentes
 

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Por Yolanda Huerga

 

La Sociedad Panameña de Cardiología (SPC) envió a las autoridades de su país una carta abierta en la que afirma que la contratación de médicos cubanos para combatir la COVID-19 vulnera las leyes vigentes en cuanto a la contratación de personal de Salud en el exterior.

Radio Televisión Martí entrevistó a uno de los firmantes de la misiva, el presidente electo de la SPC, el doctor Temístocles Díaz Lezcano, cardiólogo intervencionista, especialista en medicina interna y en trasplante cardiaco.

“La llegada de los médicos cubanos ha llevado consigo a que la Sociedad Panameña de Cardiología emita un comunicado en relación a la violación que se ha hecho a los acuerdos establecidos en agosto 2020, precisamente, [con la intención] de prepararnos para la llegada de médicos extranjeros durante esta etapa de la pandemia”.

En su mensaje, los peritos en enfermedades del corazón alegan que la ley prevé que las contrataciones de médicos de otras naciones deben ser individualizadas y no en grupo como ha sido en el caso de los cubanos.

De tal forma se determina el salario que se le paga a cada uno de ellos, declaró el cardiocirujano y agregó: “Nada de esto se ha hecho, razón por la cual aquí hay uno de los visos de violación” de la normativa de agosto del 2020.

Díaz Lezcano señaló que “Panamá es un crisol de raza y siempre estamos abiertos a todos los médicos del mundo que nos puedan ayudar. Sin embargo, como es bien sabido, cada Estado tiene sus diferentes regulaciones para aceptar especialistas en medicina. Aquí se habían pautado las reglas, por decir así, para hacer esta aceptación. Una de ellas tenía que ver con la homologación de los títulos”.

Asimismo, la ley número 89 del primero de noviembre de 2013 indica que los contratados deben cumplir una serie de requisitos entre los que está la realización de una nota de aprobación de “un examen teórico-práctico de cada área de experticia acreditada”.

La Sociedad Panameña de Cardiología solicita conocer los términos económicos del pacto con el régimen de La Habana, ya que ha trascendido que se pagarán 591 mil 197 dólares, pero no cuánto percibirá cada médico, aunque calculan que está alrededor de los 2687 dólares, más de lo que cobra el personal nacional.

Respecto a lo anterior, Díaz Lezcano aseguró “que ningún médico panameño que inicia a trabajar gana este salario hoy día”.

“Pero lo que más nos ha llamado la atención es que estos emolumentos [salarios] son pagados al gobierno cubano no a los médicos individualmente”.

Panamá tendrá que desembolsar más de medio millón de dólares cada mes, para un grupo formado por unos 230 profesionales. “Exigimos que tiene que haber una información completa de los fondos públicos utilizados para este contrato y que esto se lleve a cabo de la manera más transparente”, recalcó Díaz Lezcano.

“Así como a nosotros se nos exige una serie de revisiones cada vez que nos movemos a cualquier país para practicar la medicina, de igual forma nosotros damos ese trato de reciprocidad”, puntualizó.

Según el experto, los convenios de agosto de 2020 no se cumplieron, por lo que la Sociedad Panameña de Cardiología no acepta la presencia de médicos proveniente de Cuba o de cualquier otro lugar que no pase por los parámetros instituidos para practicar la medicina en territorio panameño.

La carta de la asociación panameña lamenta que la institución no fuera consultada sobre la necesidad de contratar a cardiólogos foráneos y que no han podido evaluar su preparación académica.

Igualmente, los médicos panameños denuncian lo que consideran falta de planificación por parte de su Gobierno de la situación sanitaria durante la pandemia y apuntan que su campo, que supone el cuidado de los trastornos cardiovasculares, una de las primeras causas de muerte en la nación, está desatendido, lo que implica un incremento de la mortalidad por este concepto.

El pasado jueves, el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, el doctor Enrique Mendoza, renunció al Consejo Consultivo de Salud porque la contratación de la brigada cubana para la lucha contra el coronavirus “viola las leyes de la República”.

Por su parte, el sábado, en conferencia de prensa, Sharomay Osma, jefa médica del Centro de Convenciones Figali, habilitado para atender pacientes de la COVID-19, afirmó que los del equipo de la Isla “deberán acatar” los protocolos desarrollados en Panamá para el tratamiento a los infectados.

Consulte la carta de la Sociedad Panameña de Cardiología en este enlace.

 

(Tomado de Radio Televisión Martí)

 

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