Se retiran dos "comandantes históricos": Ramiro Valdés y García Frías; Díaz-Canel al mando de las FAR

Díaz-Canel se convierte en el primer civil al frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Se retiran dos "comandantes históricos": Ramiro Valdés y García Frías; Díaz-Canel al mando de las FAR
 

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Cuba modificó este jueves sus principales instituciones de gobierno para adaptarlas al organigrama que establece la nueva Constitución, en una sesión parlamentaria sin sorpresas en la que Miguel Díaz-Canel fue designado presidente de la República y varios históricos revolucionarios abandonaron la cúpula.

Un año y medio después de relevar a Raúl Castro (2008-2018) como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Díaz-Canel, de 59 años, pasó a ser presidente de la República, un cargo que se eliminó en 1976 hasta que la Carta Magna proclamada en abril pasado lo restituyó, igual que la figura de primer ministro.

Varios miles de cubanos pidieron durante los debates de la nueva Constitución que el presidente del país fuera votado directamente por los ciudadanos, pero la iniciativa no prosperó y seguirá siendo la Asamblea (Parlamento unicameral) el órgano que designe al líder del país.

La única novedad destacada en un día en el que no se esperaban sobresaltos fue la salida de dos longevos comandantes históricos de la Revolución cubana, que aparentemente se retiran de la primera línea política, en consonancia con el proceso de relevo generacional propugnado por Raúl Castro en los últimos años.

Además de elegir al presidente y vicepresidente de la República, los legisladores también debían designar este jueves los máximos responsables de la Asamblea, así como a los miembros del renovado y reducido Consejo de Estado, hasta ahora el máximo órgano decisorio del país.

Y ahí llegó la única sorpresa: quedaron fuera del Consejo Ramiro Valdés (87 años) y Guillermo García Frías (90 años), los únicos históricos comandantes que permanecían en el poderoso órgano rector, pero que seguirán en las altas esferas del Partido Comunista, donde aún se toman las grandes decisiones del país.

Con la reducción del Consejo de Estado de 31 a 21 miembros, salieron también destacados dirigentes como el canciller, Bruno Rodríguez, y los hasta ahora vicepresidentes Roberto Morales e Inés María Chapman, tres nombres que suenan como posibles candidatos a primer ministro.

La incógnita no se despejará hasta diciembre próximo, cuando en una nueva reunión del Parlamento el presidente Díaz-Canel dé a conocer la nueva composición de su gobierno, con un primer ministro (o primera ministra) al frente.

También propondrá entonces a los gobernadores y vicegobernadores provinciales, otros cargos constitucionales de nueva creación que serán votados en cada territorio.

En la práctica, lo sucedido ayer no aporta grandes novedades al sistema político de la isla, que pese al cambio de nomenclatura de los cargos mantiene al mismo presidente y vicepresidente y también a las principales figuras parlamentarias.

El modelo de partido único sigue inalterado, aunque el nuevo organigrama del gobierno descarga al presidente de tareas como la coordinación del Consejo de Ministros, que pasará a asumir el primer ministro una vez sea designado en diciembre.

Los cambios conllevan también una desconcentración del poder Ejecutivo frente al modelo que rigió durante décadas en Cuba, donde Fidel Castro acumulaba el liderazgo de los principales órganos de toma de decisión, desde el Gobierno al todopoderoso Partido Comunista y las Fuerzas Armadas.

Díaz-Canel se convierte así, por mandato constitucional, en el primer civil al frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, puesto que antes ocuparon Fidel Castro como comandante en jefe y su hermano Raúl como general de Ejército.

(Con información de EFE)

 

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