La inflación en Cuba se expande por todos los sectores y la cultura oficialista, tradicional baza del régimen para justificar su poder, no es la excepción. Los precios del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso se dispararon y andan por las nubes, aunque elijas sentarte abajo.
Ese lugar, sede de presentaciones del Ballet Nacional de Cuba, se convirtió en símbolo de los artistas privilegiados por la dictadura. Además de por su calidad e historia en tal manifestación, la Prima ballerina assoluta, Alicia Alonso (quien bailó con igual encanto para Batista como para Fidel), fue recompensada por el castrismo debido a su servilismo, poniéndole el nombre al inmueble y colocando una estatua en su planta baja.
Tales honores en vida no los recibió nadie durante las seis décadas del régimen. Como espejo del elitismo gubernamental, el teatro acaba aumentar los precios y muchos cubanos se preguntan cómo pagarán, o simplemente renuncian a disfrutar de un arte que los embaucadores de verde oliva siempre aseguraron que se hacía “para el pueblo”.
La página oficial en Facebook la institución informó: “Con las medidas de reordenamiento económico que implementa el país, han sido modificadas las tarifas de servicios culturales y espacios teatrales”.
En tal sentido, el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso comunicó sus nuevos precios de boletos de entrada, los que se harán efectivos a partir del año próximo:
PLATEA: 150.00 CUP
PRIMER BALCÓN: 125.00 CUP
SEGUNDO BALCÓN: 125.00 CUP
TERTULIA: 50.00 CUP
PARAÍSO: 50.00 CUP
EXTRANJEROS: 750.00 CUP
El artista visual Mauricio Abad compartió la noticia y señaló: “Creo que no hay nadie previendo que estos cambios todos así de golpe, sumados a los recortes de subvenciones en los servicios públicos, sumados a meses de estrés por aislamiento, sumados a años de carencias (…) sumados a cambios monetarios y cambiarios que pueden hacer que tus ahorros de un año no te alcancen para sobrevivir un mes en 2021, todo eso así es muy peligroso”.
El joven realizador audiovisual Manuel Alejandro Rodríguez Yong comentó que el anuncio del gran teatro dejaba una “moraleja. Quédese en casa y olvídese del ir al teatro”. A esto, Juan César Álvarez le respondió que mejor se iba “para el Bolshoi o el Royal Opera House”.
Sin embargo, hay quien asume positivo estas abruptas subidas, como el periodista Alejandro Rojas: “¡Para mí está bien! ¿Saben cuánto cuesta mantener un teatro? Sus equipos de audio, luces, aire acondicionado, tramoya, cortinas, pisos, limpiezas, pulir, escenografías... ¿Saben cuánto cuesta un vestuario, unas puntas? ¿Saben acaso como sobrevive una entidad que por fuerza mayor está a mitad de capacidad? Todavía me parecen precios razonables. Porque la corriente, la corriente también subió para ellos”.
Hilberto Nistal Zaldívar le respondió que “precisamente por esos gastos instituciones como esas contaban con un gran presupuesto durante la República [antes del castrismo], todo está en los Archivos del Instituto Nacional de Cultura del Ministerio de Educación”.
También Oscar Alonso respondió al entusiasta Rojas, diciéndole que su argumento “fue la misma justificación cuando [el teatro en 2016] se reabrió al público después de tan merecida reparación, por favor basta de justificaciones, es bien caro esos precios y más aún para las personas de la tercera edad amantes del ballet cubano”.
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“Es un horror esos precios para poder acceder al tan afamado ballet cubano, acaso se pensó los abuelos cuando su pensión aún seguirán con precios muy bajos, no estoy de acuerdo y pienso que la dirección del Gran Teatro de la Habana Alicia Alonso debiese tomar a consideración las opiniones de su público”, añadió.
Por su parte, Amel Martínez comentó que con la subida de precios quedó “demostrado, el ballet en Cuba es puramente elitista, pero desde siempre”.
El usuario identificado como Alain Fernández-Cuba Spencer-Norum, criticó: “Espero que, ya que el teatro se vuelve tan caro como en otros países, las temporadas sean tan duraderas como en esos países (y con la misma calidad)”.
“Qué falta de respeto tan grande. Un país que se ha llenado la boca de decir que la cultura es para todos ¿Cómo acceder a estos precios una familia de 4 personas?”, señaló Jarocha Reyes Vega.
Jesús Chang cuestionó al mismo régimen por su llamada Tarea ordenamiento: “¿Qué interés subir los salarios si después te van a dejar más arrancado que ahora?” A lo que Sheyla Chirino respondió que “¡esa es la idea de ellos! ¡Te lo suben, pero te van a dejar más pelaos que antes! ¡Es un circo todo!”
Pagar 150 pesos cubanos por un asiento en platea, equivale a erogar unos seis dólares, según la tasa de cambio oficial. Para los lectores extranjeros, podría parecer razonable, pero no lo es en un país donde el salario mínimo recién elevado a 2100 pesos mensuales, equivale a uno 87 USD y la canasta básica y los servicios también se han disparado.
Según informó el "Zar de las reformas", Marino Murillo, la canasta básica de bienes y servicios podrá costar 1528 pesos por persona (unos 61 dólares). ¿Luego de mal comer, una familia se animará a ir al ballet?