En los centros de salud de Santiago de Cuba solo se realizarán cirugías por urgencia o relacionadas a cáncer, debido al rebrote de COVID-19 en la ciudad.
Según declaró al periódico oficialista Sierra Maestra, la doctora Alina Ochoa Leyva, vicedirectora provincial de Asistencia médica, en esta etapa las cirugías solo se harán a pacientes de esa enfermedad o aquellas que sean necesarias para la vida.
"Esto permite aumentar el número de camas disponibles" para atender los casos de coronavirus, explicó la funcionaria.
También Ochoa Leyva dijo que en la provincia se decidió suspender las visitas a los hospitales, para reducir el riesgo de transmisión dentro de las instituciones.
"Esto protege a los pacientes ingresados por otras patologías y al personal sanitario, que es imprescindible para mantener los servicios médicos", comentó la galena.
En Santiago de Cuba se está pesquisando en busca de personas con síntomas respiratorios y una vez más utilizan para ello a estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas, estomatólogos y otros sanitaristas.
Por otro lado, se busca ampliar capacidades para tratar a pacientes contagiados.
Es de esa forma que el Hospital Infantil Norte Dr. Juan de la Cruz Martínez Maceira cierra sus servicios habituales para dedicarse por completo a casos del nuevo coronavirus.
La doctora Yuritza Torres Ollervide, directora del centro, señaló que disponen de tres salas con 55 camas para los casos confirmados y de 130 camas para pacientes sospechosos en el Policlínico de especialidades.
Tres hospitales -Militar Joaquín Castillo Duany, Infantil Norte y Ambrosio Grillo- asumen la atención de pacientes confirmados y sospechosos; y también se abrió un hospital alternativo en la Facultad Preparatoria de Ciencias Médicas para enfrentar la pandemia, que actualmente Cuba vive con récords constantes.
El parte sanitario de este lunes informó de la muerte de un hombre de 32 años, la persona más joven que ha fallecido por COVID-19 en la isla.
En todo el país se mantiene el uso obligatorio de la mascarilla y a los viajeros internacionales se les exige una prueba PCR negativa realizada 72 horas antes de su arribo a la isla, a la que se suma una muestra tomada en el aeropuerto y su aislamiento estricto hasta conocer el resultado.
