El Gobierno cubano calificó este 24 de marzo de “cínica, desestabilizadora y abusiva” la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba que, a su juicio, incita a la emigración masiva.
Así se expresó en una declaración el director general de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior de la Cancillería cubana, Ernesto Soberón, quien resaltó las “dificultades” que afrontan los ciudadanos de su país cuando intentan viajar.
Mencionó como factores que Washington incumpla “unilateral e injustificadamente” los acuerdos bilaterales en materia de migración y la Ley de Ajuste Cubano, y denunció el cierre de los servicios consulares de la embajada de Estados Unidos en La Habana desde 2017, que obliga a los cubanos a viajar a Guyana para solicitar visado.
A su juicio, Estados Unidos continua con su “tradicional política desestabilizadora” y trata de “quebrar” la economía cubana a través de sanciones económicas, lo que afecta la calidad de vida de sus ciudadanos.
“Esas realidades explican, en gran medida, el alto flujo migratorio legal e irregular de cubanos por países de la región, particularmente México, Centroamérica y el Caribe, lo que implica una carga para esas naciones y sus Gobiernos, y para su relación con los Estados Unidos”, afirmó.
Más de 80 000 cubanos llegaron a Estados Unidos por la frontera sur en 2021 y lo que va de 2022, según las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
Las cifras crecieron significativamente en los últimos meses: en diciembre de 2021 fueron 7983 cubanos los que entraron por la frontera sur, mientras que en enero de 2022 la cifra creció hasta alcanzar los 9720 y, en febrero, los 16 550.
De acuerdo con la CBP, entre noviembre de 2021 y febrero de 2022 ingresaron más de 40 000 cubanos por la frontera sur. Durante todo el año fiscal anterior, entre octubre de 2020 y octubre de 2021, la cifra fue de poco más de 38 000.
“Es una especie de Mariel silencioso. Los números y los testimonios que llegan de la cantidad de gente que se está lanzando a través de Nicaragua es preocupante”, explicó a BBC Jorge Duany, experto en temas migratorios de la Universidad Internacional de Florida.
A su juicio, la flexibilización decretada por el presidente de ese país, Daniel Ortega, en aparente componenda con La Habana, sería un mecanismo para presionar a Washington a que negocie las sanciones contra Cuba.
“Recurrentemente, el gobierno cubano ha amenazado con abrir las compuertas —precisó—, de permitir que la gente salga del país por razones políticas y económicas. Y eso ha llevado al gobierno de EE.UU. en otras ocasiones a sentarse a negociar”.
Por otra parte, la crisis económica en el país “es propicia para un estallido social”, declaró Duany, por lo que “esta última coyuntura migratoria es coherente con una práctica histórica de las autoridades cubanas, que es abrir la válvula para que los más descontentos emigren, como hicieron durante la crisis de Camarioca en el año 65, la del Mariel, en el 80 y la del 94, la llamada crisis de los balseros”.