Régimen aumenta precio de helado Coppelia y cubanos enfurecen: “¡Qué descaro!”

El país “está en un gran efecto dominó, después no se quejen... el pueblo ya no da para más”, dijo una cubana tras el aumento de precio en Coppelia
Fidel Castro comiendo helado y Coppelia. Collage de ADN Cuba con foto de Flickr/ veo_veo
 

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Autoridades del régimen en La Habana decidieron aumentar el precio de los helados en Coppelia, una medida anunciada este viernes e impopular entre los cubanos que tienen pocas opciones de recreo en medio de la escasez de productos y la inflación.

Cada bola de Coppelia servida en la heladería homónima costará 9.00 pesos cubanos, mientras que las de la marca Varadero tendrá un precio de 7.00 pesos, informó el Grupo Empresarial de Comercio Interior de La Habana.

Justificaron la medida como una consecuencia de las disposiciones gubernamentales “para estimular las producciones agropecuarias”, una de las cuales es incrementar el precio de la leche fresca. Según Comercio Interior, esto “impacta en los costos mayoristas de las producciones industriales de la leche, como es el caso del helado”.

La nota publicada en el periódico oficial Tribuna de La Habana, agrega que el nuevo valor de las bolas fue decidido en una reunión del Gobierno provincial y los organismos estatales involucrados. Las autoridades “realizaron las modulaciones para minimizar los impactos de precios minoristas de las ofertas del helado”.

Según Comercio Interior “es de destacar la calidad del helado que se oferta, lo que junto a la calidad del servicio (…) constituyen un componente imprescindible para que los que acudan a la emblemática instalación de 23 y L, sientan la satisfacción de disfrutar de un producto único y de excelencia”.

Los posibles clientes no se tomaron bien la subida de precios y arremetieron contra las autoridades en los comentarios a la nota en las redes sociales del Tribuna de La Habana. “Qué falta de respeto por dios... de contra que nada más son 2 ensaladas [las que permiten comprar] y que te la sirven mal... ahora 9 pesos una bola!!!!!!!”, criticó Daris V. Terrero.

“¿Y lo del mal trato en Coppelia, el robo de las tinas de helado y reventa por detrás no está analizado?”, cuestionó Norma Susana López Pérez. “Acá todo es una falta de respeto, suben los precios de todo, el Estado hace juego a la inflación y al final el trabajador es el único perjudicado”, agregó.

La cubana criticó que el plan de reformas económicas conocido como Tarea Ordenamiento “solo ha traído corrupción y disgusto a la población. Nada es a favor del pueblo, sino lo contrario. Falta de respeto y mucha pena dan este tipo de noticias”.

Maikel Miguel Alburquerque Kindelán afirma que “el problema es que es una institución donde radica la mala calidad, debida a los mismos trabajadores del Coppelia, que por tal de llevarse una tina o más de helado empiezan los inventos”. Lamenta que en “uno de los pocos lugares” para ir con la familia y amigos, terminas reclamando “cuando el helado viene lleno de hielo”.

Según Rosa María Moreno González, “Cuba está en un gran efecto dominó, después no se quejen... el pueblo ya no da para más”.

Muchos cuestionan la supuesta calidad de la que habla el Grupo de Comercio interior para justificar la subida. “De qué leche esté hecho el helado si lo que como prácticamente es agua, saborizante con un poco de preparado lácteo”, criticó Jennifer Vejerano.

Ana Juliet Acosta Treche opinó que “subir el precio no aumenta la producción. ¡¡¡Eso es con más vacas, pienso, crías!!! Qué locos”. Mientras que José Antonio González se lo tomó con humor, pero fue lapidario: “hay dos cosas en la vida que no tienen solución, Una es la muerte. La otra es Coppelia”.

Para qué subieron los salarios, se pregunta Mayra Betancourt, “con el pretexto de beneficios si todo está peor, te lo sacan con un nuevo invento y lo mejor del caso, que los que no trabajan se están enriqueciendo”.

Juan Teodoro Marcos González señaló a la cúpula del gobierno comunista: “Qué clase de descarados son todos. Lo primero que se dijo en la Mesa Redonda fue que los precios minoristas no se iban a tocar. Me parece que Alejandro Gil [ministro de Economía] se burló de nosotros”.

 

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