El periodista independiente cubano Héctor Luis Valdés Cocho, acosado frecuentemente por los órganos represivos del régimen por su labor informativa, emplazó este lunes a sus homólogos de los medios oficialistas a darle honor a su profesión y no ser más voceros de un único partido.
“Sean honestos y denle honor a su profesión, no sean más voceros de un único partido. El periodismo es imparcialidad”, escribió Valdés Cocho a los pretendidos periodistas de los medios oficiales, pero en la práctica auténticos propagandistas de un régimen que se niega a democratizar la comunicación pública.
“No tienen por qué seguir órdenes. Solo el día que lo lleven a capítulo tendré el honor de llamarlos colegas… ¡Qué vergüenza de prensa! ¡Qué vergüenza de periodismo! ¡Qué vergüenza de gobierno!”, condenó el periodista independiente en varios momentos de su escrito de crítica y denuncia al oficialismo, compartido en su perfil de Facebook.
La causa de sus quejas estuvo en que en el noticiero del Sistema Informativo de la Televisión Cubana de este lunes se le acusó de “mercenario” y “terrorista” por estar vinculado al Movimiento San Isidro y haber estado junto a la activista Anamely Ramos y el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en La Habana en una reciente visita que éste hiciese al homónimo barrio habanero para interesarse por la salud del rapero Maykel “Osorbo”.
“¿Cómo osan tratar de desprestigiar mi imagen, vinculándome con terrorismo o injerencismo? ¿Cómo pueden tener la desvergüenza y cometer la afrenta de por una simple publicación agradeciendo la ayuda ofrecida por la diplomacia de un país, tacharme de mercenario?
Lea también
Tuvimos que acudir a esa ayuda porque ustedes (el régimen) no nos autorizaban a pasar para cerciorarnos del estado de salud de un amigo que estaba al borde de la muerte. Tuvimos que solicitar esa intervención diplomática, ya que tenían el barrio totalmente militarizado y si tratábamos de burlar la vigilancia correríamos el riesgo de una vez más ser violentados y se violarían por enésima vez todos nuestros derechos”, explicó Valdés Cocho sobre el incidente.
“¿Por qué la injerencia? Porque en este caso el diplomático era estadounidense. ¿Por qué la constante fobia a todo aquello que tenga que ver con ese país norteño? ¿Y si llegara a ser un diplomático holandés, también fuera injerencia? Usan un vídeo y una foto mía con un encargado de negocios de una sede diplomática para generar caos y temor; como si transitar en un carro con él fuera la peor de las acciones y lo toman como terrorismo”, analizó.
En el noticiero, Valdés Cocho y Ramos fueron tachados de serviles y mercenarios de ese “enemigo” que el oficialismo siempre invoca para justificar cualquier problema que tenga o deslegitimar cualquier oposición o disidencia política.
“Solo soy un joven que disiente con una política obsoleta, con un sistema comprobadamente inservible. Un cubano que se cansó del yugo, del látigo; que decidió alzar su voz sin importarle la represión que le esperaba”, explicó el joven periodista sobre su caso en particular.
“Apuntan con el dedo acusador a un joven que dijo basta, no aguanto más, todo es una mentira. Exponen mi imagen, me tiran a la multitud como si fuera gladiador y de la antigua Roma se tratara. ¡No!, me cansé y dije basta, no quiero decir más: ¡Salve César! Los que van a morir por ti te saludan”, agregó.