Decenas de personas reciben al Pagador de Promesa en Ciego de Ávila

Omar Quintero Montes de Oca, recorrerá a pie más de 800 kilómetros, entre La Habana y Santiago de Cuba, para llegar a El Cobre, junto a la Patrona de Cuba.
Omar, el Pagador de Promesa
 

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Decenas de personas recibieron en el centro de Ciego de Ávila al cubano Omar Quintero Montes de Oca, conocido en la isla como “el Pagador de Promesa”, en su viaje a la Basílica de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba.

Caminando por más de 400 kilómetros, desde el municipio Marianao en La Habana, hasta la catedral de San Eugenio de la Palma en Ciego de Ávila, Omar cumple la promesa de rendirle tributo a la patrona de Cuba por la vida de su hijo, quien ha vivido más años de lo que pensaba tras el diagnóstico de los médicos.

“Mi promesa de ir caminando desde La Habana hasta El Cobre, en Santiago de Cuba es por la salud de mi hijito. Si ella me lo salvaba yo iba y aquí estoy. Sobrevivir a un tumor en el mediastino, luego que lo operaron, no le pudieron hacer nada y hoy el tumor está en el mismo lugar, sin hacer metástasis, creo que es poco común”, dijo Omar al periódico Escambray.

Según imágenes en Facebook de la periodista Karín Gómez, los avileños salieron a apoyarlo en su viaje, que comenzó el 15 de enero. También le llevaron flores y le entregaron dinero para que pudiera seguir su camino.

En la multitud aparecen también agentes de la policía que rodean al singular carrito de madera que empuja Omar con una imagen de la Virgen de la Caridad, desde que salió de la capital del país.

“Mi hijito era un muchacho fuerte, bello. Le gustaba hacer ejercicios y un día comenzó con un dolor. Pensamos que era propio de esas actividades. Al hacerle la placa le encontraron el tumor. Y ahí comenzó todo”.

“Apenas puede caminar porque se cansa mucho. Duerme sentado. Me da lástima conversar con él porque sé que siente mal. Tose y las flemas son constantes. En ocasiones necesita ir al policlínico por oxígeno y va, según los turnos, al hospital. Se ha seguido dando radiaciones, pero quimioterapia, no”.

“Me llama constantemente para saber por dónde voy y cómo estoy. Ya tengo 56 años, soy hipertenso y sufro de una hernia discal que ni se ha enterado de mi andar. Mi preparación para enfrentar la travesía es solo psicológica. Las fuerzas están, tanto es así que fumo desde los 14 años y ahora me doy cuenta que estoy entero. Subí las lomas de Matanzas como si nada. Claro, yo sé que en eso está mucho mi fe”.

Quintero Montes de Oca, de 56 años, ya ha recorrido la mitad de los más de 840 kilómetros que hay entre Marianao y el oriente del país, con el objetivo de pedir a la virgen por la salvación de su hijo enfermo de cáncer desde hace diez años.

 

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