La cubana Zoila Águila Almeida, conocida como 'La Niña del Escambray' al sumarse muy joven a la guerrilla que desafió el rumbo comunista que tomó Fidel Castro tras la revolución de 1959, murió a los 82 años en Hialeah (sureste de Florida) víctima de la COVID-19, confirmó este lunes personas del entorno de la cubana.
“Con profundo pesar, el Presidio Político Histórico Cubano anuncia el fallecimiento de Zoila Águila Almeida, 'La Niña de Placetas' o 'La Niña del Escambray', víctima del virus chino COVID-19”, señaló esta organización del exilio en Miami.
Luis G. Infante, presidente de este grupo de exiliados cubanos, indicó que la 'Niña' murió este domingo en Hialeah, ciudad aledaña a Miami y, en todo momento, estuvo atendida por los médicos.
“Durante mucho tiempo se especuló acerca de si 'La Niña' (nacida en Placetas, centro de Cuba) vivía o no, que si estaba aquí o en otro lugar de Estados Unidos”, dijo Infante, para agregar que la 'exguerrillera anticomunista' que combatió al castrismo en las montañas del Escambray murió en la citada ciudad.
En el Escambray se formó una guerrilla al mando del comandante Eloy Gutiérrez Menoyo (1934-2012) que se alzó contra el dictador cubano Fulgencio Batista y, posteriormente, contra el régimen comunista impuesto por Fidel Castro.
Para el portal de noticias 14ymedio, que dirige la periodista cubana Yoani Sánchez, la también conocida como 'Niña de Placetas' fue “la única mujer que se incorporó a la lucha armada y estuvo todo el tiempo en las montañas en primera fila, participando en combates”.
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Según un artículo publicado en este medio, Águila Almeida se convirtió en “una leyenda por la forma en que con su arma ripostaba los ataques y defendía a los compañeros de lucha, por eso el régimen usó todo tipo de bajezas para mancillarla”, escribió la investigadora Idolidia Darias.
Traicionado su grupo por un miembro, todos fueron detenidos el 9 de marzo de 1964 y fusilados en La Cabaña. 'La Niña', sin embargo, fue condenada a treinta años de cárcel, durante los cuales, prosigue el medio, fue sometida a torturas y humillaciones físicas de todo tipo hasta hacerla perder casi la razón.
Idolidia Darias, autora del libro Escambray: La historia que el totalitarismo trató de sepultar, consideró: “El descrédito y los falsos testimonios fueron las técnicas empleadas en el Escambray para anular a los alzados. Fidel Castro los tildó de asesinos, ladrones, violadores, asaltantes de caminos, entre otros calificativos, y de inmediato los medios de comunicación estatales replicaron los términos. Eso ocasionó que las personas que no vivían en el Escambray ni tenían familiares allegados que hubieran sido alzados o estuvieran en las cárceles por oponerse sintieran un fuerte rechazo a los insurgentes. Cientos de cubanos ignorantes de la verdad los odiaron y se sumaron a vilipendiarlos”.
(Con información de EFE)