El ministro de Economía cubano, Alejandro Gil, aseguró este martes en la Mesa Redonda que "va a ser difícil vivir en Cuba sin trabajar".
Desde el lunes comenzó una serie de programas oficialistas para explicar, supuestamente, la unificación monetaria en la isla: el final del CUC, pero hasta ahora, los jerarcas del régimen no concretan.
La noche de ayer estuvieron presentes Gil, junto a Marino Murillo, jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del PCC.
Lo que abundó fueron las risas dibujadas en sus rostros ante la crisis económica, que ninguno de ellos sufre. Fuera de ahí, la unificación puede llegar en "tres, cuatro o cinco meses", dijo Murillo cínicamente, además de no revelar el tipo de cambio que se avecina.
Desde el inicio de la Mesa el funcionario advirtió tajantemente que no daría fechas exactas, sino que se dedicaría a "informar a la población sobre este proceso complejo".
Por su parte, Gil dijo que "va a ser difícil vivir en Cuba sin trabajar teniendo la capacidad de hacerlo. Esa es una queja de la población que tenemos que resolver. Hay muchas gratuidades, muchos subsidios y hay que buscar la manera de que la gente tenga una motivación, un incentivo y necesite trabajar para poder vivir".
Sobre lo anterior, el periodista Rolando Nápoles agregó en Twitter: "Como si trabajando en ese país, una mayoría de cubanos lo único que puede es intentar sobrevivir".
El día que se ordene la unificación monetaria el gobierno dará un plazo razonable para que los consumidores cambien sus CUC por pesos cubanos, recalcó Murillo, que además definió que sería un plazo no menor a seis meses. Durante ese tiempo, el cambio se mantendrá igual, en el orden de los 24 y 25 pesos cubanos por CUC.
El proceso no tendrá vuelta atrás el día que se decida, agregó, y adelantó que provocará un alza acumulativa de los precios, es decir, inflación: todo va a subir de precio
