La enfermera, Hilda Calá, una vecina afectada por el derrumbe de un edificio contiguo a su casa el pasado 11 de agosto en la Habana Vieja, denunció el mal estado en que vive por la irresponsabilidad de las autoridades.
Sin embargo, contó a las cámaras de ADN Cuba que desde febrero la instalación de al lado era inhabitable. Una de las personas que vivía allí se dirigió desde marzo a las autoridades locales porque sus vidas corrían riesgo y no tuvieron solución.
“Se personaron el día del derrumbe. Me dijeron que tenía que salir de mi casa. A los cuatro días vinieron a apuntalarme. Mi vivienda estaba en perfecto estado”, añadió.
En un recorrido por la vivienda se observan las paredes cuarteadas y separándose.
“Hoy yo estoy hablando con ustedes pero mañana no sé si estaré viva. Así se lo digo”, lamentó Calá.
La mujer, que vive con su madre de 84 años, su hijo pequeño de ocho años, y su hermano, está desesperada porque ella reparó su casa con esfuerzo propio.
Además, contó que hace unos días le impusieron una multa de 2000 pesos cubanos (80 dólares) por ir a buscar sus alimentos que guarda en el refrigerador de otra casa, y era un poco más tarde de la hora permitida para salir.
El derrumbe de al lado de su casa ocurrió el pasado 11 de agosto, a las 4:30 de la madrugada, en La Habana Vieja, entre las calles Luz y Acosta.
Así lo difundió un usuario identificado como Awo Orunmila Ogbe Unle en Facebook, junto a imágenes del lamentable hecho y confirmado por el equipo de ADN Cuba.
Cabe destacar que no hubo muertes ni heridos debido a las horas en que aconteció el siniestro, además de que el edificio estaba deshabitado hace un mes.
El 2 de agosto anterior también se desplomó el techo de la capilla de La Inmaculada, templo ubicado en una concurrida esquina de Centro Habana.
La Iglesia y Convento de la Inmaculada es una institución religiosa católica emplazada en la calle San Lázaro, entre Lucena y Oquendo, muy cerca del hospital Hermanos Ameijeiras.
Muy cerca de allí, murió un empleado de Servicios Comunales el sábado 18 de julio, cuando fue víctima del derrumbe de una pared. El hombre había quedado gravemente herido por la caída, mientras trabajaba, de un muro de un inmueble ruinoso ubicado en la esquina de las calles San Miguel y Belascoaín, también en Centro Habana.