Menor afectada por feminicido no recibe apoyo de las autoridades

Autoridades de Cárdenas dilatan el caso de reclamación de bienes de un padre, cuya hija presenció el feminicidio de su madre y su abuela
Juguete de peluche abandonado
 

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Las autoridades policiales y de justicia en el municipio de Cárdenas, provincia Matanzas, continúan dilatando la solución del caso de reclamación de bienes hecha por un padre cuya hija, la menor de ocho años Gredmarian Cardoso Vázquez, presenció el doble feminicidio de su madre y abuela, perpetrado por el hijastro de su abuelo.

El padre de la menor, Raúl Emilio Cardoso Valdivia, relató que el pasado 2 de julio de 2019 las dos mujeres fueron asesinadas en su vivienda, ubicada en calle García #154 entre 23 y 24, Cárdenas, Matanzas.

“Este doble asesinato fue ejecutado por un recluso, hijastro del abuelo materno de mi hija. El abuelo era la persona a quien el asesino buscaba, pero al no encontrarlo se vengó contra la madre y abuela de mi hija. Fiscalía me contactó y de inmediato viajé hasta Cárdenas y trasladé a la niña para Cabaiguán, en Sancti Spíritus, donde se recupera satisfactoriamente del daño psicológico que sufrió porque vio e intercambió palabras con el asesino”; contó Cardoso Valdivia, quien también es padre de otra menor de apenas año y medio de edad.

La vivienda quedaría en manos de las autoridades y 72 horas después, terminado el peritaje de la instrucción policial, entregaron las llaves recuperadas de la escena del crimen al abuelo materno, Jorge Luis Vázquez González, para que custodiara la vivienda y los bienes que heredaría la menor. 

Según el relato de Cardoso Valdivia, aunque las autoridades sabían que el inmueble no tenía propiedad y solo convivían su hija, su madre y la abuela, no hicieron advertencia documental (solo verbal) de no extraer nada de la casa. Tampoco congelaron las cuentas bancarias ni tarjetas de cajero, dándole al abuelo acceso a estas y sus códigos, además de los documentos de propiedad de equipos y de inicio de legalización de la vivienda que había comenzado la madre de Gredmarian.

“No se me localizó para la entrega de nada, a pesar de que soy el padre y representante legal. Tanto la Fiscalía como la Policía siempre me aseguraron de palabra que los bienes de mi hija estaban seguros, que si su abuelo materno sacaba algo lo tenía que buscar, que no me preocupara. Sin embargo, su abuelo materno inició y avanzó mucho los trámites para legalizar y adjudicarse la vivienda, antes de ser cancelados por la Fiscalía”; prosiguió Cardoso Valdivia.

Al abuelo materno, quien reside desde hace más de quince años a unos metros de la estación policial de Cárdenas, en reiteradas ocasiones se le ha pedido personalmente que entregue las llaves de la vivienda de la menor, se le han enviado SMS, y se ha grabado audio donde contesta que no entregará las llaves. También ha sido percibido en varias ocasiones por la Fiscalía, e incluso llegó a amenazar a Cardoso Valdivia en su domicilio de Cabaiguán.

“Por este hecho radiqué una denuncia el 9 de diciembre en la PNR de Cárdenas, pero no se me ha localizado y no se me informó tampoco el número de radicalización. Este señor violó mi domicilio en Cabaiguán para obligar a mi hija y coaccionarla. Se le aplicó una advertencia de alejamiento de mi hija”.

Según Cardoso Valdivia los documentos de orientación de la Fiscalía, así como la declaratoria de heredero y propiedad de la vivienda a su nombre en representación de su hija, están listos.

En un informe psicológico, al cual ADN Cuba tuvo acceso, se concluyó que Gredmarian a partir de sus propias declaraciones ante un grupo de expertos, queda bajo la custodia total de su padre y que no quiere convivir con su abuelo materno.

Todavía el pasado viernes, confirmó el padre Cardoso Valdivia, no se había solucionado el caso y el abuelo materno no ha entregado las llaves de la casa que ya está a nombre de Gredmarian. Aunque se denunció nuevamente ante la PNR de Cárdenas, desde hace un mes (denuncia 1601/20), dichas autoridades no han procedido a la detención o amonestación definitiva del abuelo materno.

“El martes pasado fue la exploración y escucha de mi hija, ya que el abuelo entendió que para quedarse con la casa era imprescindible tener a la niña, pidió la guardia y custodia. A una persona que ha actuado así no se le puede permitir tal solicitud, más cuando el dictamen de psicología está 100% a mi favor”.

En el mes de enero Cardoso Valdivia remitió una carta al Consejo de Estado, con todos los hechos relatados y documentos adjuntos, pero no ha recibido tampoco respuesta alguna.

“En Cárdenas, las autoridades son insensibles y corruptas. Es así en todo el país, pero en Cárdenas mucho más”; concluyó.

 

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