En los primeros seis meses de este año, el arribo de cubanos a EE. UU. superó las 155 000 personas previstas para octubre, informó la víspera el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, siglas en inglés).
Con 157 339 migrantes cubanos que ingresaron a EE. UU. hasta el mes de junio, el CBP pronostica un flujo similar de personas hasta octubre, cuando concluye el año fiscal, por lo que la cifra podría superar la barrera de los 200 000.
Esta cifra supera con amplitud al éxodo del Mariel de 1980, cuando en apenas siete meses arribaron unas 125 000 personas.
De acuerdo con el reporte, en junio 16 170 cubanos ingresaron a EE. UU. cruzando la frontera con México y otros 38 lo hicieron desde Canadá. En mayo habían llegado 25 971 y en abril, 35 092.
A lo largo del año 2021 entraron a los Estados Unidos 39 303 migrantes cubanos, dato muy superior al de 14 015 registrado en el 2020.
La llegada de cubanos a Estados Unidos se había desacelerado a partir del 12 de enero de 2017, cuando el presidente Barack Obama anunció el cese de la política de “pies secos, pies mojados”, pero la crisis económica en la isla desató una oleada migratoria de grandes proporciones.
“Es una especie de Mariel silencioso. Los números y los testimonios que llegan de la cantidad de gente que se está lanzando a través de Nicaragua es preocupante”, explicó a BBC Jorge Duany, experto en temas migratorios de la Universidad Internacional de Florida.
La crisis económica en el país “es propicia para un estallido social”, declaró Duany, por lo que “esta última coyuntura migratoria es coherente con una práctica histórica de las autoridades cubanas, que es abrir la válvula para que los más descontentos emigren, como hicieron durante la crisis de Camarioca en el año 65, la del Mariel en el 80 y la del 94, la llamada crisis de los balseros”.
A raíz de la crisis, representantes de la administración Biden y el gobierno de Miguel Díaz-Canel decidieron entablar negociaciones migratorias en Washington el 21 de abril.