La madre de Yasmani García Ramírez, uno de los detenidos por el régimen a raíz de las protestas ciudadanas en Nuevitas, Camagüey, instó a su hijo a seguir defendiendo los derechos de un pueblo que tiene la “necesidad de vivir mejor”.
En un video que se ha hecho viral en las redes sociales tras las manifestaciones populares en ese territorio y la represión policial desatada como respuesta gubernamental, la madre alabó las acciones de su hijo y se solidarizó con él, a la vez que cuestionó el proceder represivo del régimen y enumeró varios de los problemas que sumen a los cubanos en una vida denigrante y de carencias.
“Me solidarizo con mi hijo y le digo que no actuó mal. Que siga defendiendo a esos niños y a esta juventud, de forma pacífica, correcta, sin falta de respeto, pero este país tiene que entender que el pueblo tiene derechos y necesidad de vivir mejor”, dijo la madre.
“Reclamo la libertad de mi hijo y de los otros que también fueron detenidos y no violaron nada ni ofendieron nada”, agregó.
García Ramírez es uno de los detenidos confirmados en la oleada represiva desplegada en Nuevitas tras dos jornadas de protestas y enfrentamientos en la barriada de Pastelillo entre policías y residentes de la zona.
Los elementos policiales no hicieron distinciones entre adultos y niños para reprimir, según evidencia el testimonio en video de menores que denuncian haber sido golpeadas.
Otro de los detenidos fue José Armando Torrente, padre de Gerlin Torrente Echevarría, una de las niñas que resultó agredida mientras elementos policiales intentaban apresar a su padre.
García Ramírez, según expuso su madre en el video, está detenido en la unidad de la llamada Policía Nacional Revolucionaria de Nuevitas, “sencillamente porque salieron de forma pacífica a las calles después de un apagón de 11 horas”.
“Hay que ver cómo la juventud que solo reclama sus derechos ha sido detenida sin justificación. Mi hijo sólo defiende a los niños, a esa juventud que como él, tiene derechos”, denunció la mujer.
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Entre los problemas que identificó como causa del malestar social, al configurar una situación de penuria y privaciones, mencionó la falta de leche para los niños mayores de siete años y la imposibilidad de adquirirla en cualquier establecimiento.
También la existencia de las tiendas en moneda libremente convertible, que sólo “beneficia” a una parte de la sociedad, y los elevados costos para adquirir cualquier bien de primera necesidad como un par de zapatos, cuyo precio rebasa el salario de un mes de un trabajador promedio.
La madre subrayó que la culpa de esos problemas “no es de los de afuera”, como siempre aduce el oficialismo de la isla.
“El embargo económico es una cosa y el bloqueo es interno”, afirmó, para luego exigir al presidente del régimen que sea “capaz de entender a la juventud y de resolverle sus problemas” y “no de detenerlos, meterlos presos y humillarlos por reclamar sus derechos”.