Las imágenes virales de un “desfile de moda” organizado por el Ministerio de Comercio Interior (Mincin) de Cuba tuvieron tanta repercusión este fin de semana, que hasta la prensa estatal criticó la “manera grotesca e innecesaria de promover nuestros productos”.
Como parte de la inauguración del Encuentro de Técnicas Comerciales 2022, organizado en el Recinto Ferial de Línea y 18, en el Vedado (La Habana) por el Mincin, tuvo lugar una pasarela en la cual varios modelos vistieron atuendos fantasiosos alegóricos a alimentos, artículos de construcción y servicios de las empresas estatales.
“Las imágenes del evento hablan por sí solas y nos dejan con una pregunta. ¿Era 'vestir' a hombres y mujeres con alegorías de bienes comercializables –unas veces 'traídas por los pelos', otras veces sexualizando productos que primordialmente consumen infantes– la mejor manera de comenzar el cónclave? Para mí es un rotundo no”, sentenció el articulista de medios oficiales Kenneth Fowler en el portal Cubadebate.
Fowler añadió que la repercusión negativa del desfile le “entristece y enfada” y que la iniciativa del Mincin fue “una manera grotesca e innecesaria de promover nuestros productos”.
En otra nota, el medio del Partido Comunista reconoció el “aluvión de comentarios” que recibieron las imágenes” y cuestionó si “esta es la mejor forma de promover las producciones cubanas”.
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“¿Para qué promoverlas? Si hay una demanda que da miedo al lado de la oferta. ¿Para qué gastar recursos en marketing? Ojalá pronto haya que promover algo. Aunque sí, tal vez hay algo que promover: poner los pies en la tierra y poner a la población económicamente activa a producir. Cualquier publicidad referida a eso sería útil”, escribió en Facebook el internauta Ignacio González Ramírez en el post de Cubadebate sobre el desfile de marras.
“Como diversión hay que reconocer que logró su objetivo, al menos yo me he reído de lo lindo con semejantes esperpentos. Además, aquí no hace falta promover nada, como si tuviéramos variadas opciones de consumo. En fin, una gran pérdida de tiempo y de recursos”, cuestionó en la misma red social el usuario identificado como Alex ZA.
En medio de la delicada situación económica que atraviesa el país, el Mincin gastó recursos en una actividad promocional cuyo resultado ha sido contrario al esperado: la institución y los productos nacionales fueron pasto de la burla de miles de cubanos que señalaron el desfile como ejemplo de la “chealdad” y la cultura kitsch del régimen castrista.
Las críticas al desfile, que muchos califican de “surrealista”, fueron dirigidas tanto a la calidad y sentido de los disfraces como al absurdo de publicitar de esa manera lo poco que se produce en el país, precisamente cuando más escasea en toda la red comercial de la isla.
Memes virales en redes sociales satirizan las implicaciones sexuales del disfraz que ha sido el más criticado: el de la compota “Osito”.