La Guardia Costera de EE.UU. repatrió este 29 de junio a 18 migrantes cubanos encontrados a la deriva en aguas del Estrecho de la Florida.
La estación de Key West recibió un reporte el viernes en la tarde sobre una embarcación de madera con cuatro personas a bordos, que fue interceptada en breve por el patrullero Charles Sexto.
Ese mismo día otra embarcación fue avistada en la tarde con cinco viajeros a bordo y un día después, el sábado, otras nueve personas fueron avistadas al atardecer en las cercanías de Key West.
“Navegar por los mares en embarcaciones inseguras es peligroso y puede costar la vida”, dijo el teniente Mario Gil, oficial de enlace de la Guardia Costera sobre estos sucesos.
Desde el 1 de octubre de 2020, las tripulaciones de la Guardia Costera han interceptado a 512 cubanos tratando de cruzar la peligrosa vía de agua. Es la cifra más grande desde 2017, cuando se reportaron 1468.
Una vez a bordo de un barco de la Guardia Costera, todos los migrantes reciben comida, agua, refugio y atención médica básica. Durante la interdicción, los miembros de la tripulación están equipados con protección personal para minimizar la exposición potencial a cualquier posible caso de COVID-19.
En los últimos meses el número de cubanos que se aventuran a llegar por mar a Estados Unidos ha crecido y también las cifras de repatriados.
La política a aplicar en el caso de los balseros es la deportación si son encontrados en el mar, aunque la posibilidad de solicitar protección existe, pero es desconocida para muchos.
Tras la derogación de la normativa Pies secos-Pies mojados en enero de 2017 por el entonces presidente Barack Obama la migración por mar desde Cuba disminuyó, sin embargo, este año ha aumentado en un 80 por ciento, a decir del capitán Adam Chamie, comandante del sector de la Guardia Costera en Cayo Hueso.