Este domingo muchos en Cuba podrían decir con total certeza eso de que “siempre es 26”, pues las escenas de colas y escasez, más habituales aún en estos tiempos de coronavirus, parecieron ser una constante a lo largo y ancho de la isla en el pretendido día de la Rebeldía Nacional.
En el barrio de Colón, en la central provincia Sancti Spíritus, una nutrida cola para comprar detergente sustituyó los “actos masivos” que al régimen le gusta presumir como muestras de apoyo en sus fechas festivas y conmemorativas.
Incluso la aglomeración espontánea desde la madrugada haría sonrojar a más de un acto político cultural, pues las personas allí reunidas compartían un verdadero propósito común y estaban unidas por lo mismo, lo cual no suele suceder en las actividades “volungatorias” a las que normalmente son “convocados” colectivos laborales y estudiantiles.
“Así está el pueblo de Sancti Spíritus en estos momentos en el barrio de Colón, en una cola para comprar detergente de lavar. Años atrás era obligado ir al desfile por el 26 de julio, porque descontaban el día hoy. Miren esto”, escribió la usuaria de Facebook Ana Rosa Zirio en su perfil, donde mostró imágenes de la larga cola para adquirir el polvo de lavar, requisito indispensable al parecer este año para poder celebrar la supuestamente enorgullecedora fecha.
“Señores que vergüenza, ya me da sentimiento. La verdad no puedo pensar esto. ¡Hasta cuando pueblo mío!”, agregó.
Quizás ante la duda de la veracidad temporal de las imágenes compartidas de la cola, Zirio publicó otro post con más fotos. “Señores míos, para que no digan que es mentira lo que digo, esta cola es en la llamada Fonda de los Chinos en Colón, Sancti Spíritus, y para más vergüenza dos paquetitos de detergente de 0.50 céntimos de divisa por persona.
Cuántas personas levantadas desde las 4 am y sigan adelante todo por un 26 de julio. Es indignante esto, la verdad que deberían de tener un poquito de vergüenza, de amor propio y aflojar la mano, que mucho apretar o se ahogan y se viran... Ya es demasiado.... Y tengan presente voy a seguir subiendo fotos y colas....”, escribió, descartando temer a represalias por mostrar la realidad en redes sociales, algo a lo que las fuerzas represivas cubanas dedican mucho tiempo y esmero en la actualidad.
Por el post no se conoce si todos los formados por detergente alcanzaron el preciado bien para transcurrir con ropa limpia el 26 de julio y los días por venir. Es probable que no, pero muchos deben haber tenido más éxito en ese empeño de comprar algo sin distanciamiento social que el que tuvieron los jóvenes que 67 años atrás intentaron tomar dos cuarteles en el oriente cubano, y que luego pretendieron hacer un país más próspero y justo que el que recibieron.
De cualquier forma, el éxito es efímero, a menos que se tengan divisas y las nuevas tiendas duren tiempo abastecidas. En la Cuba actual, incluso para fechas patrióticas y festivas, ya sean legítimas o impuestas, la escasez, las penurias y los días amargados son más seguras que el pan de la libreta.