La activista Saily González aseguró que la liberación de visado para cubanos en Nicaragua es “una válvula de escape” del régimen para lidiar con el creciente descontento popular en la isla.
Según González, la medida, anunciada el 22 de noviembre, demuestra que La Habana carece de un plan concreto para enfrentar la crisis económica y el aumento de la frustración entre los ciudadanos.
También considera que el Gobierno está desesperado y busca mantener a toda costa la estabilidad política que, a su juicio, “durará muy poco tiempo”. González afirma que el descontento aumentará y son posibles nuevas protestas como las del 11 de julio.
Las personas que podrán disfrutar del visado libre en Nicaragua tienen cierto estatus social y poder adquisitivo. Dentro de Cuba, permanecerán quienes sufren las mayores carestías y quienes tienen razones sobradas para exigir cambio, agregó.
El gobierno de Nicaragua anunció el 22 de noviembre que autorizaba “libre visado” para cubanos hacia su territorio. Según reportes de prensa, Managua presentó esta medida como un gesto “humanitario”, para “facilitar los viajes comerciales, turísticos y familiares”.
Tras el “libre visado”, los cubanos ya no tendrán que pagar los cerca de 18 dólares para la llamada “visa consultada” que ofrecía Nicaragua y que duraba unos 30 días. Tampoco tendrán que justificar su viaje para obtener dicho permiso.
La decisión también beneficia al gobierno venezolano, pues la aerolínea chavista Conviasa enlaza a La Habana con Managua.
Las autoridades nicaragüenses no informaron si los cubanos deberán regirse bajo las medidas de la pandemia para ingresar a Nicaragua, como la prueba de covid-19 negativa con validez máxima de tres días, o el prechequeo con siete días de anticipación.
Hasta antes de la pandemia de Covid-19 era común ver a ciudadanos cubanos aglomerados en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, haciendo filas para volver a La Habana, con maletas de compras.
Nicaragua y Cuba han tenido estrechas relaciones políticas cada vez que el país centroamericano ha sido gobernado por el presidente Daniel Ortega, primero entre 1979 y 1990, y luego a partir de 2007. Ambos países forman parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, de inclinación izquierdista.
Cuba vive una crisis económica que provocó manifestaciones masivas el 11 de julio. Políticos y especialistas de EE. UU. especulaban que La Habana buscaría una salida para el descontento similar a la de 1994, cuando abrió el país al éxodo general de personas.