“El comunismo es lo más malo que se ha inventado en la tierra”, declaró un obrero cubano, residente en España, sobre el avance de la izquierda radical en ese país ibérico.
“Es el odio a las personas, a las familias… lo que han sembrado los Castro en Cuba es miseria. El comunismo promueve todo eso. Yo les recomiendo a ustedes que luchen contra él”, declaró el cubano entre sollozos.
Se trata de un obrero con familia en ese país, un hombre de mediana edad que sobrevive en trabajos de construcción, justo los que no quiere asumir la clase media española, crítica de la gestión de los liberales y votante recurrente del PSOE y Podemos.
El cubano dijo sentirse representado por Vox, el partido de ultraderecha español, “por su patriotismo y los valores que defiende”, dijo a las cámaras de Toro TV, un canal de ideología conservadora.
También criticó a los separatistas catalanes y todos los partidos políticos actuales, por quienes no se siente representado, debido a la corrupción y el mal manejo de la economía y la política del país ibérico.
“Yo no quiero el comunismo para España. Si tengo que morirme aquí junto a los que están en contra del comunismo, lo hago”, declaró, muy convencido, el cubano.
La izquierda española en el gobierno
Lo cierto es que, además de las críticas por su manejo de la economía, de la crisis catalana y otros asuntos internos, para muchos cubanos la izquierda española acusa su complicidad o su tibieza con el régimen de la isla.
El Congreso de los Diputados de España rechazó condenar las detenciones arbitrarias de disidentes en Cuba, la segunda votación consecutiva en que los gubernamentales Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos hacen valer su mayoría en un tema que concierne a la isla.
La primera votación estuvo relacionada con la censura de los crímenes del comunismo, que también rechazaron. Para las organizaciones exiliadas en España, resulta inexplicable que la extrema izquierda haya conseguido “imponer su agenda” en la política exterior.
En su intervención en la Comisión de Asuntos Exteriores, el opositor Partido Popular (PP) explicó —sin éxito— que en Cuba “sigue existiendo una feroz maquinaria represiva por parte del Estado”.
En defensa de su negativa, el PSOE dijo desear que Cuba “avance en una democracia plena y homologable”, pero instó al PP a “abandonar la estrategia torpe” de abordar los temas de Cuba, Venezuela y Nicaragua como parte de su agenda.