El Departamento de Estado envió este 28 de agosto sus condolencias a la familia del opositor cubano Pablo Moya Delá, fallecido en el hospital Clínico Quirúrgico de Santiago de Cuba, al oriente de la isla.
En un comunicado en redes sociales, la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental dijo que Moya fue “una voz poderosa para los cubanos que buscan la libertad y mayor respeto a los derechos humanos”.
También recordó que el militante de la Unión Patriótica de Cuba fue “enviado a prisión injustamente” por protestar “de manera pacífica”.
Moya, de 65 años, falleció en la noche del 26 de agosto al contraer una infección bacteriana en la institución médica donde se encontraba desde principios de mes para tratar las secuelas de una huelga de hambre en prisión.
Su estado de salud obligó a las autoridades a otorgarle una licencia extrapenal, luego de permanecer recluido desde octubre de 2020 en la cárcel de Boniato, localidad ubicada a 8 kilómetros de la cabecera provincial de Santiago de Cuba.
En el hospital no había condiciones mínimas para atender su caso ni el de cualquier otro enfermo allí, contó a ADN Cuba su hija, Daineris Moya García.
"Sabemos quiénes son los responsables y cuando llegue el momento tendrán que pagar por tantos crímenes cometidos, porque mi padre Pablo Moya Delá nunca debió ir a prisión. Familiares y amistades responsabilizamos al gobierno", concluyó Moya García.
Moya Delá fue detenido en La Habana por realizar una protesta pacífica donde exigía el cese de la represión y el abastecimiento en tiendas estatales de insumos de primera necesidad.
Lo mantuvieron varios días recluido en la Oncena Unidad de San Miguel del Padrón, municipio capitalino, y luego lo deportaron en calidad de “ilegal” a Santiago de Cuba.
A finales de diciembre de 2020 fue trasladado al centro penitenciario Boniato, la prisión de mayor severidad en Santiago de Cuba, aseguró su hija.
Padecía de hipertensión arterial y cardiopatía, enfermedades que se le agudizaron por la falta de atención médica en prisión. Era un cuentapropista que llevaba años denunciando sus problemas y los de muchos emprendedores en Cuba.
Durante una entrevista con ADN Cuba en julio de 2020, opinó que el gobierno cubano no quiere que sus ciudadanos prosperen. “Ellos (el gobierno) no quieren que haya desarrollo económico”, expresó entonces.