El escritor cubano Eduardo del Llano se ganó el desprecio en redes sociales tras atacar a Luis Manuel Otero Alcántara. La mayoría de los usuarios en el post lo llamaron “oportunista, detestable o execrable”.
Ante el video manipulado de la Televisión Cubana, del Llano comentó en su perfil de Facebook que ya había terminado el capítulo de la huelga de hambre del conocido activista cubano.
“Cada cual que saque sus conclusiones. Por mi parte, solo añadiré una nota que me parece exquisitamente irónica: por estas tierras, Alcántara es una denominación de embutidos”, escribió con total descaro.
De inmediato le llovieron centenares de comentarios a su post, en su mayoría señalando su falta de humanidad, por la horrible “broma”.
“El Partido Comunista de Cuba siente una admiración tremenda por Luis Manuel Otero Alcántara, pero la función de ellos es destruir todo lo que posea un ápice de luz, y Luis Manuel ilumina muchísimo. ¿Recuerdan a Heberto Padilla, a Cabrera Infante, Severo Sarduy, Reynaldo Arenas, etc.? Ahí queda eso”, señaló el usuario Alaín Álvarez.
“Explícale al pueblo de Cuba que son embutidos, no todos pueden ir a países capitalistas como lo hacen los socialistas como tú”, le señaló otro usuario a propósito de su viaje por España.
“Regresaste, después de los churrascos y el vino español pagados por tu encantadora amada antagónica, aunque subyugada a tu malévolo encanto machistropicosexual”, le dijo otro.
“Usted, Eduardo del llano, es un ser execrable, detestable. Usted es otro esbirro más al que pusieron a jugar a las libertades artísticas. En algún momento saldrás de los archivos de la SE”; expresó el usuario Ramón Gufer.
En enero de este año, del Llano se mostró de nuevo incoherente y delirante. Más difícil que saber cuándo venderán pollo en Cuba, es imaginarse hacia dónde se virará Eduardo del Llano en sus redes sociales. El escritor y cineasta, además de su obra literaria y películas independientes en clave de humor y sátiras, es conocido por levantar polémicas en Facebook con sus pronunciamientos, que algunas veces rozan la lucidez, y otras parecen desvaríos de alguien que padece el síndrome de Estocolmo.
Entonces refirió, “los reiterados errores, las torpezas y tonterías en que el gobierno incurre casi a diario generan, como no puede ser de otra manera, un aluvión de críticas y bromas”.
También sugirió que la dictadura no es tal, porque luego de irrumpir a golpes en una casa privada, donde no se estaba haciendo nada ilegal, “no les metieron una bala en la cabeza, que es el modus operandi tradicional de las dictaduras”. O sea, Del Llano espera muerte.
