Otra cancelación de vuelos por culpa de las nevadas provocó desesperación y locura en el aeropuerto de Barajas, España, entre los pasajeros de viaje a Cuba, urgidos de regresar a la isla tras meses varados en el país europeo.
Uno de los afectados declaró al medio español La Sexta que la aerolínea “no se hace responsable de nada” y que “le echa la culpa a Aena” —Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea—, la empresa pública que gestiona las terminales aéreas en el país.
Pero, cuando llama a la entidad, esta “le echa la culpa a la aerolínea porque son los que tienen que ser capaces de sacar el avión”.
“¡A mí que me den pico y pala y yo saco el avión, tengo que irme a Cuba!”, gritó, preso de la desesperación. “Es una falta de respeto. ¿Quién me paga el taxi, el autobús, el hotel, la comida? Aquí no han dado ninguna alternativa, desde el día 10 cambiando vuelos. ¿Qué tengo que hacer? ¿Sacar el avión? Pues voy y lo saco”, dijo el cubano.
Alejandro explica que hay 300 personas, algunas de ellas con enfermedades y otras con ganas de ir a Cuba porque un hijo se está muriendo.
“Exigimos que nos den una alternativa, tenemos que volar a Cuba. No tenemos ya higiene, es una falta de respeto inmensa. Punta Cana 15 minutos antes está volando, ¿por qué Cuba no vuela? ¡Que limpien las pistas!”.
Desde el Gobierno, aseguran que “en Aena se está trabajando de forma permanente con sus empleados con el fin de dar la respuesta” a esta situación y ha explicado que “las salidas de los vuelos dependen de las condiciones climatológicas”.
“Ayer se pusieron las dos pistas principales en funcionamiento y ser dará la respuesta necesaria para no causar perjuicios a estas personas que están deseando salir a su destino final”, declaró el titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Al parecer, Barajas permanecerá cerrado al menos hasta el jueves debido a las intensas nevadas que provoca la tormenta Filomena en el viejo continente.
La razón que esgrime el aviso de Eurocontrol —entidad encargada del tráfico aéreo— es que el aeropuerto sigue luchando para retirar la nieve y el hielo que se ha formado en las pistas del aeródromo y en las posiciones de parking de las terminales que impiden una normal operativa.
El aeropuerto incluso ha tenido que pedir ayuda a los militares, porque sus quitanieves no alcanzan para mantener a raya la persistente acumulación blanca en pistas y parqueos.