Este lunes 27 abril en su sección Acuse de recibo, el diario estatal Juventud Rebelde, presentó el caso de Tamara Consuegra Cobo, una Villaclareña que denuncia, que en medio de la pandemia la quieren enviar para su casa sin percibir sin salario alguno.
"Como el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ha respondido aquí últimamente con mucha inmediatez inquietudes y quejas ciudadanas, espero que así lo haga con esta de Tamara Consuegra Cobo, residente en 1ra. del Este, No. 15ta., entre 2da. y 4ta. del Norte, Encrucijada, Villa Clara", escribe en tono conciliador, y presentando el caso, el estatal Juventud Rebelde .
En su carta Tamara Consuegra refiere que labora como cocinera en Gastronomía, con un salario de 240 pesos al mes, aproximadamente 10 dólares, y que en estos momentos se encuentra de certificado médico, el cual se vence el próximo 3 de mayo, luego de lo cual debe incorporarse a su trabajo.
Consuegra también explica que presenta una situación familiar muy complicada: ella tiene a su cargo a su papá de 86 años, con varias patologías: cardiopatía isquémica con bloqueo de rama izquierda, hipertensión arterial y carcinoma de piel. Y está operado de una fractura de cadera. Además, tiene a su cuidado a una sobrina, con diagnóstico de discapacidad intelectual moderada e hipotiroidismo. Tamara es la responsable de ambos.
Así mismo señala que ya su situación económica es muy difícil debido a que percibe un salario bajo, y tiene un descuento de 160 pesos mensuales por un crédito que se le otorgó como damnificada de un huracán. Y la otra entrada monetaria es la jubilación de su papá, de apenas 320 pesos.
"Quiero que alguien me aclare si puedo acogerme a alguna ley que me pague al menos un 60 por ciento de mi salario, ya que mi empresa la única solución que me ha dado en medio de la situación epidemiológica que vive el país es una licencia sin sueldo", concluye Tamara.
Es lamentable que en medio de la pandemia de la COVID-19 ocurran en Cuba situaciones como esta, sobre todo con una trabajadora estatal que ya de por sí sobrevive a duras penas, porque en ningún lugar de este país se puede tener una vida digna con 400 pesos, por muy bien que se administre el dinero, mucho menos con 320.
