Cuba no venderá leche “de dieta” más allá del mes de enero, hasta que se normalice la importación de alimentos, declaró este 22 de diciembre la ministra de Comercio Interior, Betsy Rodríguez.
“Aseguramos que todos los niños, embarazadas y enfermos recibirán la leche de dieta durante la última decena de diciembre y la primera de enero. Se siguen buscando estrategias para traer los contenedores fuera del país y garantizar este producto durante el resto del mes de enero”, precisó la funcionaria a Radio Reloj.
Rodríguez aseguró que Cuba depende de la importación de alimentos para abastecer sus mercados y la “libreta de abastecimiento”, una cartilla de productos racionados que ofrece el Estado, donde se incluye la leche “de dieta”, dirigida a población vulnerable.
Al respecto, el 19 de diciembre el ministro de Economía, Alejandro Gil, dijo ante el Parlamento que el país tiene casi 10 000 contenedores en puertos extranjeros sin poder viajar a la isla por la interrupción del transporte marítimo.
Cuba importa más del 60% de los alimentos que consume, según declaraciones del propio gobierno. En octubre, compró unas 5000 toneladas de leche en polvo a Uruguay para atenuar la escasez de este producto en la isla.
Mientras tanto, en septiembre pasado trascendió que el sitio de ventas Katapulk, que pertenece al empresario cubanoamericano Hugo Cancio, oferta paquetes de leche en polvo a 65 y hasta 289 dólares.
Los paquetes de 5 y 25 kilogramos se ofertan en pre-venta y son parte del acervo de mercancías que Katapulk brinda a la población cubana, en medio de una crisis económica que ha disparado el precio de los productos básicos y reducido su oferta en el mercado nacional.
La empresa, fundada por Cancio el 30 de diciembre de 2004 y con sede en Miami, EE.UU, distribuye productos en nueve provincias: Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas, Ciego de Ávila, Las Tunas, Holguín y Santiago de Cuba; y según su dueño realiza unos 1000 envíos diarios.
Mientras, no se comercializa leche en polvo en tiendas estatales ni en las de moneda libremente convertible (MLC).
A inicios de 2020, Genisley Hernández González, segundo jefe de la División Agroalimentaria, culpó una vez más al embargo estadounidense de la escasez de leche en polvo en la Isla.
En aquel momento Hernández González alegó dificultades para el envasado del producto, por falta de polietileno.
Posteriormente en septiembre de 2020 familias cubanas se quejaron de la calidad de la leche en polvo fortificada que llega a la red de bodegas del país para los bebés.