Este sábado, el periódico estatal Ahora, de la provincia de Holguín, publicó que el Hotel Club Amigo Atlántico Guardalavaca, perteneciente al Grupo Cubanacán, reabrió al turismo nacional en la primera fase tras la pandemia de COVID-19 en la Isla “con una oferta especial y variada”.
Según Elizabeth García Oro, directora general de Havanatur citada por el diario digital, se trata de una “oferta de riesgo” a través de la cual su empresa garantizaría “un tratamiento diferenciado, respaldado por excelentes precios y políticas especiales destinadas a los niños”.
Tales precios oscilan entre 37 y 41 CUC por cada noche. Por los niños menores de 12 años habría que abonar 18 CUC.
Sin embargo, el periódico estatal no mencionó que el valor de una noche en el Hotel Club Amigo Atlántico Guardalavaca supera el salario mensual de un obrero y, aún así, aseguró que se trata de una oferta con “excelentes precios” destinados al turismo nacional.
En cambio, la publicación pondera un servicio inalcanzable para la inmensa mayoría de los cubanos, especialmente cuando cita a Diego E. Reyes Parera, comercial de la sucursal de Havanatur en el oriente de la Isla:
“Nuestra credencial de presentación está en vender un excelente producto que se ha empeñado en ser el predilecto entre los holguineros y turistas de otras partes del país, con una buena relación calidad-precio, además el servicio al cliente mejora cada día por las atenciones de directivos y trabajadores”.
En la Isla es común que las instituciones estatales ofrezcan a los cubanos ofertas que no se ajustan a los exiguos salarios devengados por los trabajadores. Aun así, el régimen cubano se vanagloria de sus “logros” en materia salarial.
Recientemente trascendió que Miguel Díaz-Canel Bermúdez había participado en la Jornada de Líderes Mundiales de la Cumbre de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre la COVID-19 y el ámbito laboral, que se celebró de manera virtual este 8 de julio.
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Según una nota del sitio estatal Cubadebate, el evento constituyó “una plataforma de alto nivel” en la que los representantes de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores abordaron “la incidencia económica y social de la pandemia de la COVID-19 en cada uno de sus países y regiones”.
En ese evento, Díaz-Canel tuvo evadió la obviedad de que Cuba ocupa uno de los peores lugares de la Plantilla de salarios mínimos de Latinoamérica.
Aun cuando el Gobierno cubano aprobó en junio de 2019 un incremento salarial en el sector presupuestado donde laboran los trabajadores de salud pública, educación, cultura y deporte, administración pública, comunales, vivienda y defensa, los salarios en Cuba siguen siendo de los más exiguos en el hemisferio occidental.
Tras la reforma salarial, el sueldo mínimo mensual pasó a ser de 400 pesos, equivalentes a $16 dólares y el salario medio se elevó hasta los 1067 pesos, unos $42 dólares, remuneración aún insuficiente ante el valor real del trabajo (principalmente de los profesionales) y desproporcional ante los altos precios de los escasos productos que se hallan en el país.
