Cuba no suspende los Círculos de abuelos a pesar del coronavirus

El MINSAP confirmó este lunes que "no se ha suspendido la participación" de los ancianos en los llamados Círculos de abuelos.
Hogar de ancianos
 

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El doctor Alberto Fernández Seco, jefe del Departamento del Adulto Mayor, Asistencia Social y Salud Mental del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba, dijo este lunes al diario oficial Granma que "no se ha suspendido la participación" de los ancianos en los llamados Círculos de abuelos.

No obstante, "se mantiene una distancia de dos metros [entre los adultos mayores] a la hora de la práctica del ejercicio", dijo.

El funcionario también aseguró que "se coordinó con el Ministerio de Educación Superior para que no se suspendiera el curso de las Cátedras del Adulto Mayor, pasándolas a la modalidad de curso no presencial".

Ante el hecho de que las personas mayores de 70 años son las más vulnerables a morir por la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, el régimen cubano insiste en hacer propaganda sobre las ventajas que representa su sistema de salud para las personas de la tercera edad.

Fernández Seco dijo a Granma que ese sector poblacional en Cuba está "protegido y amparado por instituciones sociales creadas para su cuidado, y por programas que responden a una política de Gobierno".

Según el funcionario, la Isla cuenta con "un sistema de salud que ha demostrado eficiencia, desde su segmento de vital importancia: el de la atención primaria. Esa es la principal fortaleza que tiene el sistema sanitario cubano ante una situación como la que vive el mundo hoy".

"Cuba tiene sus casas de abuelos subordinadas a un policlínico para recibir todos los servicios que este brinda, pero también cada una de ellas está asociada a un consultorio del médico y la enfermera de la familia. Cuentan, además, con trabajadores sociales entrenados para hacer pesquisas sobre problemas respiratorios. Estos profesionales al primer síntoma se comunican con esa estructura y se actúa según lo establecido en el Plan de Prevención y Control", detalló.

De acuerdo con el funcionario, su ministerio ha aprobado "disposiciones muy estrictas" para evitar los contagios por COVID-19 en el sector de la población más vulnerable. En varios tipos de instituciones "tenemos régimen de seminternados y cualquier desliz podría llevarnos a multiplicar los síntomas de un paciente aquejado de afección respiratoria, justamente en el grupo etario más vulnerable" dijo.

Las medidas, según se infiere de las declaraciones de Fernández Seco, se limitan al lavado de las manos y la "higiene en todas las áreas, incluyendo las de las actividades".

"Insistimos en la limpieza con soluciones cloradas y alcohólicas de asientos, mesas y otras superficies. Cualquier medida es poca cuando tratamos a personas de estas edades. En estos momentos, además de la responsabilidad de sus vidas, tenemos que ser conscientes de la que asumimos con toda la sociedad", dijo.

"En cuanto aparece una señal de deficiencia respiratoria no perdemos ni un minuto, se desata el protocolo previsto. Se aísla a la persona en la sala de cuidados que tenemos en nuestras instituciones o en el área de la enfermería hasta esperar que sea trasladado por el sistema de urgencias, como está establecido, para los centros de aislamiento", explicó el funcionario.

No obstante, en momentos en que la mayoría de los países han ordenado medidas más estrictas que incluyen la prohibición de visitas y de las entradas y salidas a centros donde son atendidos o viven adultos mayores, Cuba no ha suspendido las actividades de los Círculos de abuelos.

La pandemia de COVID-19 llega a Cuba en medio de un panorama signado por la escasez de productos alimenticios y de aseo. Además, más del 20 por ciento de la población del país, uno de los más envejecidos de América Latina, supera los 60 años.

 

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