“Cristiano y de valores”, así califican los amigos a Alazo, el atacante de la embajada

Varios conocidos del atacante el 30 de abril a la embajada cubana en Washington hablan de que era un buen hombre, simpático y trabajador
Alexander Alazo
 

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El cubano Alexander Alazo, con residencia oficial en Pennsylvania, es señalado como el supuesto autor del tiroteo a la embajada cubana en Estados Unidos. Algunos refieren que tiene un historial de esquizofrenia, pero para sus amigos solo era una persona sencilla y trabajadora.

Alexander Alazo que ingresó en Estados Unidos tras pedir asilo en 2007, había tenido una vida normal en su país, según lo describen sus más allegados, que le trataron cotidianamente y que se refieren a él como “un hombre pacífico, practicante de la fe cristiana, afable y de buenos principios”.

Alazo nunca había sido señalado con un historial de disidencia contra el gobierno cubano, pero en la Isla se sabe que no hace falta un activismo político activo para que te conviertan en enemigo y la Seguridad del Estado te acose constantemente hasta hacerte emigrar en muchas ocasiones.

El régimen cubano trata de fabricarle un perfil de terrorista, pero quienes conocen a Alazo solo hablan bien de él, a pesar de su enfermedad.

“Si averiguan bien, hay miles de personas que pueden hablar sobre él, porque hay miles que lo conocen. Todos los que lo conocemos sabemos que es una persona cristiana, de valores, un tipo honrado, trabajador, alegre, muy alegre, un tipo noble”, dijeron.

Según reportes de prensa, aunque Alazo está siendo procesado por un delito grave y el fallo de un juez federal haya dictado que permanezca tras las rejas hasta el día de la vista fijada para el 14 de mayo, la justicia de Estados Unidos no lo encontrará culpable de cargos hasta tanto la fiscalía no logre probar que efectivamente fue el autor de los hechos.

Mientras el régimen se inventa excusas y probables motivaciones, altos funcionarios estadounidenses y hasta el propio Donald Trump, ha negado algún tipo de vínculo de Estados Unidos con el ataque donde no hubo heridos ni víctimas.

Tampoco ninguna de las organizaciones del exilio cubano radicado en el sur de Florida ha identificado al hombre señalado de cometer el asalto como uno de sus integrantes; tampoco algunas de las organizaciones de la oposición interna de la Isla.

Cuando se supo la noticia del ataque de Alazo, un pastor evangélico salió en su defensa y explicó que debió haberse tratado de un momento de delirio de una persona con evidentes trastornos mentales.

La esposa de Alazo, es la única que no ha podido corroborar o desmentir detalles acerca del estado de salud mental de su esposo, con quien tiene dos hijos y contrajo matrimonio en 2011.

No obstante la joven de 32 años dijo a los oficiales del Servicio Secreto que su esposo “creía que el gobierno cubano contrataría a un equipo organizado de asesinos para matarlo. Sentía que estaba constantemente perseguido y temía que varios hombres negros, de gran estatura y con tatuajes, vinieran a matarlo delante de su familia”.

Los record públicos que refieren el contenido del interrogatorio muestran que la esposa de Alazo admite que en marzo su esposo había sido diagnosticado en un hospital psiquiátrico, donde le prescribieron medicamentos y permaneció por seis días hasta ser dado de alta.

No obstante, todos los amigos de Alazo, agrupados en la misma congregación evangélica donde aprendían música, dicen que este realizaba labores humanitarias, predicaba el evangelio y se refugiaba en una gran hermandad.

 

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