"Cárcel medieval": así califica José Daniel Ferre su encierro en Mar Verde

El líder opositor fue detenido cerca de su vivienda en Santiago de Cuba el pasado 11 de julio, cuando intentó unirse a las manifestaciones populares de ese día.
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El líder opositor cubano, José Daniel Ferrer, comparó este 29 de noviembre su encierro en la prisión Mar Verde con una “cárcel medieval”, en un audio enviado a miembros de su organización, Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).

“Continúa mi encierro total, no tengo acceso a lápiz y papel para escribir (…). Son muchos los detalles que muestran que estoy en una cárcel en condiciones medievales. Pero la razón está de nuestra parte”, comentó Ferrer.

El también promotor de Cuba Decide declaró que su situación se resume a un “entierro en vida y muriendo lentamente”, pero dijo sentirse con fuerza para seguir luchando por la democracia y los derechos humanos en la isla.

Ferrer invitó a la comunidad cubana a una jornada de apoyo a los derechos humanos entre el 1 de diciembre y el 10 de enero en todas las naciones bajo régimen dictatorial, como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bielorrusia y otras.

Ferrer fue detenido cerca de su vivienda en Santiago de Cuba el pasado 11 de julio, cuando se dirigía junto a su hijo al Parque Céspedes, para unirse a las manifestaciones populares de ese día.

El 16 de agosto mientras estaba preso, lo condenaron a cuatro años y 14 días, ya que las autoridades judiciales revocaron la sanción de 'limitación de la libertad' (sin internamiento) que tenía desde 2020.

Su hijo José Daniel Ferrer Cantillo pudo verlo durante 20 minutos el pasado 8 de octubre, y reveló el pésimo estado de salud del líder de Unpacu.

El 3 de noviembre, la doctora Nelva Ortega, su esposa, denunció que lo sometían a torturas en la prisión de Mar Verde, provincia Santiago de Cuba.

Hasta el 8 de noviembre Ferrer solo había tenido acceso a dos llamadas. En ellas ha comunicado que está en una celda sin ventilación, con una bombilla encendida las 24 horas del día y sufre “ataques sónicos” que le producen ruidos en los oídos.

La organización Prisoners Defenders (PD) hizo un llamamiento a favor del disidente y acotó que este “no recibe tratamiento médico alguno, salvo la administración mediante engaño de una droga psico-activa, Alprazolam, que provoca falta de aire, inclinación al suicidio y alteraciones de la consciencia, como veremos”.

 

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