Impulsan campaña en redes en apoyo al Código de las Familias

Enrique Guzman Karell impulsó una campaña de recogidas de firmas en la plataforma Change.org “en apoyo a los derechos contenidos en el Código de las Familias”.
Impulsan campaña en redes en apoyo al Código de las Familias
 

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Enrique Guzman Karell impulsó una campaña de recogidas de firmas en la plataforma Change.org “en apoyo a los derechos contenidos en el Código de las Familias”.

El manifiesto establece que los firmantes expresan su “apoyo y compromiso con los derechos que recoge el proyecto del Código de las Familias”, no sin desconocer la intención perversa de “someter a referendo lo que constituyen derechos inalienables a cualquier persona”.

“No existe, por tanto, contradicción alguna entre reclamar más derechos políticos, económicos y culturales y nuestra voluntad de defender, de igual manera, aquellos de carácter civil, familiar, sexual, de parentesco, reproductivos u otros inseparables de la condición humana” concordaron los 170 firmantes.  

Al cierre de la información habían firmado la petición 107 usuarios en apoyo a los “años de luchas”, “por la libertad”, “la democracia” y por el reconocimiento de los “derechos sin distinción”.

Al respecto, Dunia Medina Moreno alegó: “El régimen totalitario cubano continúa impunemente oprimiendo y empobreciendo al pueblo cubano. Seguiré alzando mí voz por la libertad y democracia d Cuba”.

Posturas del No 

La propuesta del Código de Familias no ha estado exenta de polémicas al abordar temas como el matrimonio igualitario, los derechos de las niñas y niños, protección a los adultos mayores y personas con discapacidad, así como responsabilidades compartidas de cónyuges ante los hijos, en una sociedad que ha demostrado ser conservadora y fundamentalista en lo que respecta a las libertades individuales. 

Sobre la discusión del Código, Yaxys Cires Dib alegó en Facebook que “El Código de la Familia no impedirá que el Código Penal siga condenando a menores, que los padres puedan ir a la cárcel por oponerse a la educación socialista ideologizada o que la comunidad LGBTI siga siendo reprimida cuando marche o se articule sin el consentimiento del régimen. Incluso, no impedirá que muchos de los derechos que recoge sean letra muerta a la espera de desarrollos normativos ulteriores o que nunca se realicen por la falta de voluntad política del régimen, como siempre ha pasado". 

Por su parte, Lázaro Mireles declaró en Twitter su inconformidad con la petición lanzada: “Esta carta es una desvergüenza total, la única petición posible tiene que ser el legítimo reclamo de libertad de todo un pueblo, digo: como homosexual cubano, esto no me representa”.

Otra postura contraria a la aprobación del referéndum fue la del abogado René Gómez Manzano quien, en un escrito publicado en el sitio de la fundación Rescate Jurídico, muestra su preocupación por la legitimación del régimen del adoctrinamiento de los menores de edad. 

“Si se desconoce el derecho preferente de los progenitores a determinar qué clase de educación recibirán sus hijos, ello se debe no a desconocimiento, sino al deliberado propósito que abrigan los comunistas de mantener el absoluto control sobre esa faceta fundamental de la formación de las nuevas generaciones” declaró Gómez Manzano.

Defensores del Sí

Recientemente, el usuario Alexei Padilla Herrera publicó en su muro de Facebook que aunque "el Código de las Familias no compensa los efectos del opresivo Código Penal recientemente aprobado, no me parece justo que se desconozcan los derechos de una comunidad, solo para asestarle un golpe al gobierno autoritario de Cuba".

Por su parte, el abogado Raudiel Peña Barrios explicó en Facebook las razones por las cuales no es partidario de llevar a referendo el Código de las Familias, pero aclaró que de poder ejercer su derecho votaría por el Sí.

"La primera es de índole sociológica: no me parece justo que una mayoría heterosexual decida sobre los derechos de personas con otra orientación sexual o identidad de género. La segunda es de tipo político-jurídica: los cubanos no tenemos experiencia en el uso de ese mecanismo de democracia directa. Apenas será el tercero desde 1959 y los otros dos, 1976 y 2019, fueron para aprobar constituciones. Un referendo es un juego de suma cero, es decir, al resultar favorecida la opción respaldada por la mayoría se produce una pérdida total para la minoría. Es una forma despiadada de competencia", explicó Peña Barrios.

Papel del régimen en la polémica 

En el marco de la Jornada contra la homofobia y la transfobia, Mariela Castro, hija del dictador Raúl Castro, declaró al diario oficialista Granma: “hemos estado inquietos y atentos a qué está pasando y, justamente, por eso es que esta jornada está dedicada a apoyar el Código de las Familias, porque así apoyamos el proyecto de país”.

Al respecto, la historiadora del arte Carolina Barrero negó este viernes en su muro que el respaldo al Código de Familias tenga algo que ver con “apoyar el proyecto de país”. “La manipulación es tan notable que da arqueadas. Los derechos humanos no tienen ideología, no son parte de la finca de la familia Castro y de su proyecto totalitario” aseguró Barrero.

Ante la diversidad de opiniones, usuarios como Lennier López han abogado por el diálogo respetuoso alegando que “hay razones legítimas para apoyar el nuevo código de las familias cubano. Igualmente, hay razones válidas para rechazarlo”. 

“Es perfectamente compatible estar en favor de la democratización del país y a su vez en favor de este nuevo código. También es perfectamente legítimo oponerse al actual régimen a la vez que se rechazan las nuevas normas que regularían la institución de la familia en Cuba. Si no aceptamos estas premisas no podremos tener una discusión provechosa. Acusándonos unos a otros hará que la señora Mariela Castro pueda continuar burlándose de todos en la Asamblea” concluyó López.

Change.org, una de las más conocidas plataformas de movilización ciudadana y ciberactivismo en el mundo, a través de la cual es posible lanzar solicitudes públicas a gobiernos, instituciones o personas con demandas de carácter cívico, político, de derechos humanos, y cualquier otro asunto en general. Y aunque las peticiones tramitadas por esta vía no tienen fuerza vinculante desde el punto de vista legal, sí constituyen importantes instrumentos para ejercer presión social y visibilizar preocupaciones de diversos grupos de la sociedad civil. 


 

 

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