María Teresa Triana Silva es una anciana que vive en Calle San Juan de Dios, entre Villegas y Aguacate, La Habana, que ha sido abandonada por el régimen.
En entrevista en directo con ADN Cuba, la mujer explicó que vive con un hijo enfermo de los nervios, sacado ya de hospitales, y la última vez que regresó a casa le rompió su televisor.
Además tiene un hijo que vive en Japón, pero en este momento, debido a la crisis económica por la pandemia, no le puede enviar dinero.
Triana Silva padece del corazón, y cobra apenas una chequera de 215 pesos cubanos (8 dólares) por su hijo con discapacidad, y 280 pesos cubanos (11 dólares) como pensionada por el trabajo de toda una vida.
Luego de su retiro incluso ha tenido que trabajar limpiando pisos de casas y hoteles para poder comprar alimentos, y vive de la caridad de algunos turistas que se hospedan en el edificio donde habita.
"No hay ni leche, ni café, ni nada. Ahora mismo lo que está pasando este pueblo es muy difícil Pienso en los demás que no tienen porque yo soy humana", añadió.
"Lo que estamos pasando es muy negro porque ni jabón ni detergente. Y unas colas que son más malas que todos. No me digan más que los Estados Unidos son malos".
La adulta mayor dijo: "el que que quiera ser socialista que sea, pero yo soy de derecha y estoy contra el comunismo. En el capitalismo había de todo".
La señora protagonizó a inicios de agosto una transmisión en directo de ADN Cuba, cuando se acercó a nuestro reportero, Esteban Rodríguez, hablando de sus necesidades.
Mientras ella contaba sus problemas, se llevaron presos a los activistas Jovian Díaz, Ivan Reyes y Héctor Valdés Cocho que se encontraban junto a ella.