La Alianza Francesa de Cuba suspenderá temporalmente los contratos de sus colaboradores a partir del primero de abril próximo debido a la grave situación financiera de esa institución por los efectos de la COVID-19 y el ordenamiento monetario en la isla.
En un comunicado de la institución, la “falta de ingresos añadida al incremento salarial y a la subida de los gastos fijos implica que, muy a su pesar, la dirección de la Alianza Francesa de La Habana tiene la obligación de proceder a la suspensión temporal de los contratos de sus colaboradores a partir del primero de abril próximo”.
“En efecto, nuestra institución tuvo lamentablemente que cerrar sus puertas a mediados de enero por razones sanitarias, y no pudo realizar el proceso de matrícula que correspondía. La Alianza Francesa de La Habana, al igual que las otras Alianzas en todo el mundo, no es una institución estatal y por lo tanto necesita obligatoriamente esos ingresos para su sostenibilidad”, añadió.
La Alianza aseguró que el año pasado pudo mantener los contratos gracias a la ayuda de la embajada de Francia en la isla, a pesar de que la institución no esté subordinada a la sede diplomática.
“Sabemos y lamentamos el impacto doloroso que esta medida inevitable y transitoria podrá tener para nuestros trabajadores. La Alianza, de conjunto con la Embajada, está buscando soluciones y apoyos para salvaguardar la institución en espera de la reapertura”, agrega el comunicado, firmado por el director general, Marc Sagaert.
La crisis agravada por el cierre de fronteras para impedir la propagación de la COVID-19 en Cuba, más la reunificación monetaria y cambiaria, golpeó duramente a las iniciativas privadas y asociaciones civiles internacionales en la isla, quienes deben cargar con el mayor peso de sus consecuencias económicas.
Todos los servicios aumentaron de precio en el país, y los ingresos de la Alianza se redujeron en todo el mundo debido a la pandemia.
Al respecto, Sagaert hizo referencia a la subida de las tarifas de servicios básicos estatales establecida por el Gobierno cubano con la arrancada de la Tarea Ordenamiento. Mencionó estos nuevos precios y salarios, como factores añadidos a la crisis iniciada con la pandemia.